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Como la polvora corrió la noche del lunes la noticia de la muerte de Evio Di Marzo, uno de los músicos más queridos en el ámbito popular venezolano, aceptar que la turbulencia, la violencia de cada día nuestro le había alcanzado era demasiada realidad para aceptar.

 

Evio el muchacho, el atrevido, el cantante, estudiante, profesor, padre, musulmán que como la mayoría de los venezolanos deben complementar los ingresos familiares con el rebusque, cayó ante un hampa que tal vez no sabía quién era él, como los muchos padres que caen ejerciendo el oficio de taxista.

 

Eterno diletante, siempre se acercaba a las causas y luchas justas. Había nacido en Caracas, el 23 de marzo de 1954, de padres italianos y hermano del famoso cantante Yordano Di Marzo. Desde joven se dedicó de forma autodidacta a la música, siendo la batería su mejor instrumento. En los años 80 funda Adrenalina Caribe, agrupación con la que lograría la fama tras crear hermosas canciones como: «De dónde viene tu nombre», «Selva del tiempo», «Yo sin ti no valgo nada», entre otras composiciones.

 

Como antropólogo y profesor egresado de la UCV, siempre se inclinó y preocupó por temas como la identidad, la realidad y crisis de la Venezuela actual.

 

Desde las redes se hizo sentir este profundo dolor que deja su partida.

 

(Aporrea)