En entrevista concedida a la agencia Bloomberg, el presidente Nicolás Maduro sostuvo que, aún en medio de una «economía de guerra», su gobierno adelanta un proceso que persigue «el desarrollo de todas las fuerzas productivas», más allá de la explotación petrolera, con el que se pretende que el país retome la senda del crecimiento económico y pueda recuperar el estado de bienestar de la población.  

«Nosotros hemos tenido que tragar grueso, poner la cabeza fría y desarrollar un conjunto de políticas que permitan que las fuerzas productivas del país tomen curso y nos lleven a una situación que, ojalá, se consolide en el segundo semestre, que es volver al crecimiento económico», aseveró Maduro. 

En su criterio, su administración ha tenido que responder con una «visión amplia» a las múltiples «agresiones económicas» que ha padecido el país, lo que ha traído como consecuencia que se vuelque la mirada hacia «todas las fuerzas productivas que Venezuela tiene, que no son pocas», incluso en sectores en los que tradicionalmente había imperado la importación, como sucede en el caso de los alimentos. 

Según el dignatario, «antes, Venezuela importaba el 80% de todo su alimento; hoy, Venezuela está produciendo el 80% del alimento del pueblo aquí, en tierra venezolana», pero no se trata del único «cambio radical» que ha ocurrido durante su gestión en materia económica, pues este enfoque también alcanzó a la industria del petróleo. 

En ese orden, precisó que este año Venezuela prevé elevar la producción a 1.500.000 barriles diarios, lo que supone una aceleración del ritmo actual durante el segundo semestre del año en curso.  

Con respecto a las medidas financieras, destacó el impacto positivo que ha tenido el Petro, criptoactivo de factura venezolana y de su plataforma de funcionamiento, lo que ha permitido «que mucha gente haga comercio nacional e internacional y le ha abierto una ventana a los consumidores de Venezuela», así como la autorización del uso del dólar estadounidense en «el intercambio comercial».  

Empero, matizó que «Venezuela tiene su moneda, el bolívar, y más temprano que tarde, producto de la recuperación económica, de la recuperación de las riquezas, (…) volverá a ocupar un papel fuerte y preponderante en la vida económica y comercial del país», con lo que descartó el abandono del signo monetario criollo.  

«Estas medidas, que ustedes pudieran interpretar de liberalización del uso de la moneda estadounidense y de las monedas extranjeras en el comercio, ha sido una válvula de escape útil para el consumidor, para los empresarios, para la economía», añadió.  

Para concluir, reiteró que «todos los elementos» de la economía que su gobierno ha analizado, «indican que este año, Venezuela regresa a la senda del crecimiento económico», punto a partir del cual, asentada en una «economía posrentista» construida «sin dependencia de la renta petrolera», el país podrá tener «una economía que genere riqueza y que invierta en la recuperación del estado de bienestar social del pueblo de Venezuela».  

(LaIguana.TV)