Los ejercicios militares en la isla de Hokkaido, ubicada cerca de las fronteras rusas, «garantizan los intereses estrechos de la alianza militar de Japón con Washington», y amenazan a Moscú, declaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova. 

«Consideramos que los episodios de ejercicios en la isla de Hokkaido, ubicada muy cerca de las fronteras de Rusia, deben observarse a través del prisma de la necesidad de garantizar la seguridad de nuestras fronteras del Lejano Oriente», denunció la portavoz en un comentario publicado en la página web ministerial. 

Según la diplomática, «Tokio demuestra, con acciones concretas y por boca de su ministro de Defensa, contra qué van dirigidos sus esfuerzos en el campo militar». 

«Es difícil deshacerse de la sensación de que las diversas iniciativas, presentadas por Japón y relacionadas con la paz y la estabilidad en la región de Asia y el Pacífico, incluido el concepto de ‘una región Indo-Pacífico libre y abierta’, están realmente sujetas a una tarea: garantizar los intereses de su alianza militar estrecha con Washington», afirmó. 

La portavoz denunció igualmente la escala de maniobras sin precedentes en el territorio de Japón en el marco de los ejercicios militares Escudo Oriental, que se llevan a cabo entre el 24 de junio y el 11 de julio. 

«Los propios representantes japoneses, en particular, el ministro de Defensa, Nobuo Kishi, quien, durante una visita de inspección a Hokkaido el 29 de junio, señaló públicamente la ‘importancia crítica’ para Japón de la dirección norte, donde el Estado insular, como se sabe, solo tiene un vecino: Rusia», subrayó la representante de la Cancillería rusa. 

Al mismo tiempo, según Zajárova, Tokio se aleja del diálogo constructivo con Moscú. 

La diplomática aseguró que el Ministerio de Exteriores ruso «seguirá de cerca ese curso de las autoridades japonesas y, si es necesario, tomará las medidas de respuesta adecuadas». 

Japón mantiene una disputa territorial con Rusia por las islas Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai del archipiélago de las Kuriles, territorios que el país asiático cedió a la Unión Soviética en 1945 tras capitular en la Segunda Guerra Mundial. 

Rusia asumió la soberanía de esas islas como sucesora legal de la URSS. 

Tokio condiciona la firma del tratado de paz a la devolución de las islas. Moscú, a su vez, subraya que esos territorios fueron traspasados por acuerdos internacionales al término de la Segunda Guerra Mundial. 

(Sputnik)