El presidente de la República, Nicolás Maduro, ofreció este sábado una entrevista al canal multiestatal Telesur, en la que anunció que se tiene entre los planes en el mes de agosto instalar en México la mesa de diálogo con la oposición venezolana, «con la ayuda del Gobierno de Noruega y posiblemente la participación de Gobiernos del mundo, entre ellos Estados Unidos».

Así, aseguró: «Estamos listos para ir a México; tanto la delegación de mi Gobierno, como las oposiciones de Venezuela con todos sus delegados», y subrayó que se tratará de «una mesa de diálogo, negociación, paz y reconciliación».

Levantamiento de las sanciones

En ese sentido, precisó que Venezuela va a México «con la exigencia firme, absoluta y total de que se levanten todas las sanciones».

Aseguró también que actualmente existe un «diálogo con todos los sectores de la oposición; inclusive con Voluntad Popular, por grupos y sectores».

Maduro fue enfático al explicar que su equipo cuenta con una «preagenda que contempla la recuperación y la paz». Tal como aclaró, los factores que le adversan deben «renunciar al llamado de las guarimbas y a los intentos de magnicidio».

Por otra parte, reveló que el 99% de la oposición quiere participar en la Mesa de Diálogo en México. «Estamos en el mejor momento», asestó.

Sin «negociar» el modelo político

El jefe de Estado aprovechó para hacer hincapié en que con la participación en las rondas de conversación no se está «negociando el modelo político» de su administración.

«Que nadie vaya a pensar que Nicolás Maduro nació para traidor. Yo soy un revolucionario, y ese que se sienta a hablar en las mesas de diálogo es un revolucionario», sentenció y agregó que la nación que representa «tiene derecho a su libertad financiera y a la prosperidad económica; al levantamiento de todas las sanciones y a que se devuelva nuestro oro secuestrado».

(Agencias)