Este miércoles 28 de julio, el filósofo y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela contrastó en su programa Desde Donde Sea el empeño de multimillonarios como Richard Branson, Jeff Bezos o Elon Musk en la realización de viajes espaciales y la promoción el turismo fuera de la Tierra, mientras millones de personas no tienen acceso regular a los alimentos y rozan la hambruna 
 
Richard Branson, financista del concierto en Cúcuta, inaugura el turismo espacial
 
Para iniciar la disertación, el comunicador se refirió al viaje espacial que realizara el magnate y fundador de la compañía Virgin Galactic, Richard Branson, cuyo avión espacial VSS Unity lo llevó al espacio suborbital, tras haber sido lanzado desde la base espacial de Las Cruces, en Nuevo México.
 
De acuerdo con el reporte de la cadena alemana DW, el costo por persona de este viaje se estimó en 250 millones de dólares y refirió que Space X, la compañía liderada por el multimillonario sudafricano Elon Musk, que aspira llevar a 20 personas a la Estación Espacial Internacional (EEI), siempre que cancelen 55 millones de dólares. 
 
Según detalló el analista, la nave nodriza VMS Eve llevó al VSS Unity a unos 16 kilómetros sobre el nivel del mar. Luego, el avión se elevó a una altitud de 88,5 kilómetros. Los cuatro tripulantes de la nave disfrutaron de varios minutos de ingravidez, después de lo cual regresaron a la Tierra.
 
A Bransen le acompañaron en este vuelo los pilotos del VSS Unity Dave MacKay y Michael Masucci, los ingenieros Colin Bennett y Beth Moses, así como la vicepresidenta de Virgin Galactic, Sirisha Bandla.
 
De acuerdo con la versión oficial, uno de los principales objetivos de la misión era evaluar las experiencias que vivirán los futuros turistas espaciales, incluidas las condiciones de la cabina o la comodidad de los asientos.
 
Por otro lado, Pérez Pirela recordó que Richard Branson participó en el intento de invasión a Venezuela que trató de perpetrarse desde la ciudad de Cúcuta, cuando organizó el megaconcierto en la frontera colombo-venezolana a manera de ultimátum, establecido por la oposición para el ingreso a Venezuela de un cargamento de «ayuda humanitaria» proveniente de Estados Unidos.
 
Dado el costo de su plan de turismo espacial, se preguntó retóricamente si Branson necesitaba recaudar fondos para «ayuda humanitaria» a Venezuela, premisa que fue usada para promover comercial y mediáticamente el concierto Live Aid Venezuela, que se llevó adelante el  22 de febrero de 2019 en la ciudad fronteriza de Cúcuta, Colombia, .
 
Adicionalmente, destacó que el evento, que contó con la presencia de más de 15 cantantes internacionales, coincidió con el llamado establecido por Juan Guaidó, que fechó para el sábado 23 de febrero de 2019 el ingreso al país de un cargamento de «ayuda humanitaria».
 
En realidad, apuntó, se trató de una fachada para tratar de invadir a Venezuela desde Colombia.
 
Empleados y clientes de Amazon pagan «la escapada» de Bezos hacia el espacio
 
De su lado, la compañía Blue Origin también realizó su primer vuelo con tripulantes y de él participaron Jeff Bezos, su hermano Mike, la aviadora estadounidense Mary ‘Wally’ Funk, de 82 años, y el joven estudiante Oliver Daemen, de 18 años, sintetizó el analista.
 
De acuerdo con los detalles recogidos por los medios acerca del evento, el despegue del cohete New Shepard marcó el comienzo de la operación comercial de Blue Origin, la empresa de exploración espacial fundada por el exdirector ejecutivo de Amazon.
 
En este primer intento, se informó que tras 10 minutos de vuelo, la nave New Shepard aterrizó con sus cuatro tripulantes de manera exitosa.
 
De otra parte, trascendió que Oliver Daemen se convirtió en la persona más joven en viajar al espacio y si bien su nombre se mantuvo en secreto durante algún tiempo, a unos días del viaje se hizo público.
 
El escolar consiguió el boleto gracias a los 28 millones de dólares que pagó su padre, Joes Daemen, quien es director ejecutivo de Somerset Capital Partners, en una subasta benéfica el pasado mes de junio,  quien pagó 28 millones de dólares en una subasta benéfica el mes pasado para este viaje.
 
La cadena alemana DW recoge que este otro multimillonario anunció que la nave espacial Blue Origin volará dos misiones tripuladas más al espacio en 2021 después de completar con éxito el primer lanzamiento más temprano en el día.
 
En este punto, el experto estimó pertinente inquirir de dónde sale el dinero para estos vuelos espaciales privados. 
 
Así, explicó, Bezos tuvo que vender casi 5.000 millones de dólares de Amazon para financiar su compañía aeroespacial Blue Origin, una minucia para quien se le calcula una fortuna superior a los 200.000 millones de dólares, según el índice de multimillonarios de Bloomberg, lo que lo convierte en la persona más rica del mundo.
 
De otra parte, The New York Times reportó que el viajecito del fundador de Amazon costó 28 millones de dólares,  a lo que hay que sumar los mil millones de dólares que se prevé que siga gastando cada año en su programa espacial privado.
 
Además, el también director de LaIguana.TV añadió que Bezos se permitió decir en la rueda de prensa posterior al vuelo: «también quiero dar las gracias a cada cliente y a cada empleado de Amazon porque vosotros, amigos, habéis pagado todo esto», lo que significa que han sido los clientes de Amazon quienes han financiado esta extravagancia. 
 
Mientras multimillonarios viajan al espacio, el hambre se acrecienta en el mundo
 
En opinión de Pérez Pirela, mientras millonarios como Jeff Bezos, Richard Branson o Elon Musk están embarcados en una carrera sin sentido por la explotación comercial del espacio, la Organización de Naciones Unidas (ONU) alerta que 41 millones de personas están al borde de morir de inanición. 
 
A este respecto recuperó las declaraciones de David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, quien cuestionó el proceder de estos empresarios y señaló que el dinero que emplean en el turismo espacial podría utilizarse para salvar a millones de personas de la hambruna en 43 países. 
 
Relató, asimismo, que según escribió Baesley en Twitter, para atender el problema, «solo se necesitan 6.000 millones de dólares». 
 
Más precisamente, puntualizó, la agencia RT reseña que «solo el 5 % del aumento del patrimonio neto de Musk (…) o con 10 % del incremento del capital neto de Bezos (…), durante la pandemia, se ayudaría a todos aquellos que en 43 países están en grave riesgo de morir de hambre».
 
Continuando con lo argumentado por el funcionario del PMA, refirió que «durante la pandemia de COVID-19, el incremento del patrimonio neto de los 2.275 multimillonarios del mundo fue de más de 5.200 millones de dólares al día. ¿Es mucho pedir el aumento de la riqueza de un solo día para salvar a 41 millones de personas que están a punto de morir de hambre?». 
 
Previamente, recordó que Baesley había advertido que «tenemos cuatro países donde hay condiciones de hambruna»: Sudán del Sur, Etiopía, Madagascar y Yemen, así como en algunas localidades de Burkina Faso y Nigeria. 
 
El problema no es nuevo, porque en 2019, el PMA computó que unas 27 millones de personas estaban al borde de la  hambruna, pero la llegada del coronavirus empeoró significativamente la situación, subrayó el conductor. 
 
Asimismo, trajo a colación lo que se destaca en un reciente informe de la ONG Oxfam, en el que sin dejar de lado que la guerra y los conflictos armados causan dos terceras partes de las muertes por hambre en el mundo, en el presente cobran importancia tanto el cambio climático como la pandemia de COVID-19. 
 
Para sumar términos a la ecuación, mencionó que datos de la ONU correspondientes a 2020 indican que los precios de los alimentos básicos como cereales, lácteos, carnes, azúcar o semillas oleaginosas se incrementaron 40% en comparación con 2019, alcanzando su punto más alto en 10 años. 
 
En términos prácticos, detalló, esto significa que la inseguridad alimentaria está en aumento y millones de personas –cerca del 9% de la población mundial, según cifras del PMA– tienen problemas para acceder diariamente a los alimentos. 
 
Oxfam precisa que 155 millones de personas padecen inseguridad alimentaria o directamente hambre y, lo que es peor todavía, hasta 11 fallecen cada minuto por causa del hambre y la desnutrición, a lo que se añade que países como India, Sudáfrica y Brasil, calificados por la ONG como «epicentros emergentes del hambre», han registrado tasas de contagio muy elevadas de COVID-19. 
 
El comunicador resaltó que esta situación no solamente ha afectado a países con economías emergentes, sino también a los así llamados «países ricos», aunque parece que muchos de ellos, las personas con mayores recursos económicos están pensando en cómo invertir su dinero, pero fuera de las desgracias humanas.
 
Así, ya hay quienes hablan del primer hotel en el espacio, cuyo costo de hospedaje rondaría los 50 millones de dólares y el proyecto, que aún no ha empezado a ejecutarse, tiene un costo estimado de 23 millones de dólares, de los cuales solamente ha logrado recaudar uno.
 
Paralelamente, al tiempo que se avanza en estas iniciativas, según previsiones del Banco Mundial fechadas en julio de 2020, la crisis económica generada por la pandemia sería la peor «desde la Segunda Guerra Mundial, y la primera vez desde 1870 en que tantas economías experimentarían una disminución del producto per cápita». 
 
Siguiendo con esta fuente, comentó que el ente estimó una reducción de la economía mundial equivalente al 5% con respecto a 2019 y una disminución en el ingreso per cápita de 3,9%, lo que «empujará a millones de personas a la pobreza extrema».
 
El Banco Mundial también advirtió que era «probable» que los efectos económicos y sanitarios de la pandemia fueran peores «en los países donde la informalidad está generalizada» y reconoció que la COVID-19 «está causando estragos en los planos económico y humano en los países más pobres», añadió.
 
Del mismo modo, señaló que en el más reciente informe de la firma Crédit Suisse se indica que América Latina es la región del mundo más afectada por los efectos económicos de la pandemia. En promedio, los ciudadanos perdieron en promedio 3.219 dólares anuales entre finales de 2019 y finales de 2020 y los países más golpeados fueron, con diferencia, Chile y Brasil, seguidos de Venezuela, Perú y Ecuador. 
 
A su parecer, dentro de esa preocupante situación, las desigualdades no hicieron más que exacerbarse, resultando peor las cosas para grupos vulnerables, en los que además de trabajadores informales, se incluye a las mujeres y a los desplazados. 
 
En este sentido, apuntó que según la ONU, en 2020 las 10 personas más ricas del mundo aumentaron su patrimonio en 413.000 millones de dólares, cantidad 11 veces superior que la estimada para brindar ayuda humanitaria en todo el mundo, mientras que el gasto militar se incrementó en 51.000 millones de dólares, que alcanza para cubrir seis veces y media lo necesario para combatir el hambre en el mundo. 
 
En su opinión, una situación semejante se aprecia cuando se analiza el acceso a las vacunas, pues de acuerdo con datos del 13 de julio compilados por el portal Our World in Data, apenas el 25,3% de la población había recibido al menos una dosis de alguna de las vacunas anticovid. 
 
La lista la encabezan Emiratos Árabes Unidos e Israel y en las primeras 10 posiciones no figura ningún país africano, solo uno asiático (China) y dos latinoamericanos (Chile y Uruguay). Además, el sitio especializado resalta que «solo 1,1% de las personas de países de ingresos bajos ha recibido al menos una dosis», puntualizó. 
 
El mundo «plagado de problemas» que los multimillonarios se niegan a solucionar
 
Para Miguel Ángel Pérez Pirela, es evidente que el turismo espacial de Branson, Bezos y Musk ha generado fuertes críticas, entre las que se cuentan las publicadas en un editorial de la revista Forbes, en las que se asegura que estos multimillonarios están «errando el tiro» al mirar a las estrellas y dejar atrás un planeta plagado de problemas que las grandes inversiones podrían solucionar.
 
En todo caso, desde su punto de vista, la apuesta por el espacio se produce en un momento especialmente vulnerable en la Tierra, pues la pandemia sigue causando muchas muertes y las históricas olas de calor que se suceden hacen temer que la crisis climática haya alcanzado un nuevo nivel peligroso.
 
Pero más allá de su opinión, desde las Naciones Unidas han advertido que las regiones pobres del planeta podrían sufrir hambrunas generalizadas como consecuencia de ambos problemas y esta es la razón última por la que estos viajes al espacio estén generando un gran debate social e incluso, muestras evidentes de rechazo.
 
A modo de ilustración, comentó que circula una petición en la plataforma change.org para no permitir que Bezos regrese al planeta después de abandonarlo, que hasta la fecha ha conseguido más de 150.000 firmas bajo la premisa de que «los multimillonarios no deberían existir… ni en la Tierra, ni en el espacio. Pero si deciden lo segundo, deberían quedarse allí».
 
La revista Forbes, por su lado, dice que el cambio hacia la privatización no sólo ha puesto a las empresas de los multimillonarios a la cabeza de los logros científicos, sino que ha acelerado el impulso de los programas de turismo espacial, que tienen un precio restringido únicamente a los ultra ricos.
 
Desastre ambiental: el lado oscuro del turismo espacial
 
Pese al carácter elitista de estos viajes turísticos extraorbitales, el filósofo venezolano refirió que un estudio de la NASA y The Aerospace Corporation estima que dentro de cinco años se realizarán 1.000 viajes anuales al espacio con fines puramente turísticos, pero no se alude en ningún caso al potencial desastre ambiental que podría causar esta industria. 
 
Así, explicó, la investigación predice que el hollín que emitirá el turismo espacial en la atmósfera disminuirá hasta 0,7 centígrados la temperatura de algunas zonas del planeta y la aumentará hasta 0,8 grados en regiones como la Antártida, mientras que las regiones ecuatoriales podrían perder 1% de su cubierta de ozono, mientras que en los polos la capa de ozono podría crecer 10%.
 
A pesar de lo antes dicho, el turismo aeroespacial aún no ha despegado y ya es una industria millonaria. Los primeros vuelos ya están prevendidos: más de 700 personas han pagado 250.000 dólares para reservar su lugar en los vuelos de Virgin Galactic.
 
Mientras tanto, SpaceX, la compañía liderada por Elon Musk, continúa preparándose para realizar misiones al espacio con fines comerciales, para las que  Google Inc. y Fidelity Investments otorgaron 1.000 millones de dólares en enero de 2015. 
 
Con base en lo antes dicho, Pérez Pirela aseguró que el inicio de operaciones de la industria del turismo espacial es inminente, y su impacto ambiental puede provocar que todos los esfuerzos para combatir el cambio climático resulten inútiles.
 
Al mismo tiempo, aludió a la hipocresía que reina sobre el tema, pues mientras que nos han explicado cómo afecta al calentamiento global y cuáles son las emisiones de CO2 que se producen con los gases del tubo de escape de nuestro vehículo de gasoil o las flatulencias de las vacas que nos comemos, no se ha contado con igual atención el impacto medioambiental de los paseos de los multimillonarios.
 
Para finalizar y a título de ilustración, mencionó que según cálculos realizados por el Financial Times, por pasajero, por milla, las emisiones de CO2 son 12 kg para el viaje espacial de Virgin frente a 0,2 kg para el vuelo de una aerolínea comercial.

 

(LaIguana.TV)