Surgen nuevas evidencias de la trama que envolvió el golpe de Estado perpetrado en 2019 contra el expresidente Evo Morales, y en el cual estarían involucrados los exmandatarios de Argentina, Mauricio Macri, y Estados Unidos, Donald Trump. Así lo reveló el portal de noticias El Destape, medio que tuvo acceso a un documento que proporciona información detallada al respecto. 

De acuerdo con el medio, el texto detalla una reunión que se llevó a cabo en abril de 2019 en la embajada de los EEUU en La Paz. Allí se manejó el tema de “fraude” y se coordinó desplegar la matriz de “desconfianza” para los comicios que estaban por celebrarse. 

El encuentro se efectuó 6 meses previos a las votaciones —en las que participó Evo Morales para la reelección a la presidencia— y acudieron “diplomáticos” argentinos y norteamericanos. 

El Destape indicó que el documento lo diseñaron fuentes argentinas asociadas a la embajada en Bolivia con fecha de mayo de 2019, e informa que en dichas conversaciones altos funcionarios de la embajada de los EEUU alertaron de un fraude en las votaciones presidenciales del 20 de octubre del mencionado año. El pretexto que se manejó fue el escenario del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia. 

El asunto neurálgico de lo conspiración nació de una maniobra que elaboraron y cuyo objetivo era que la idea del fraude trascendiera: “Se sugirió a los funcionarios de la embajada argentina en Bolivia, que hagan conocer públicamente esta situación de desconfianza, reclamándose transparencias en el acto electoral y sobre el hipotético riesgo de fraude si no se toman medidas que garanticen que el ‘TSE’ actúe con independencia y capacidad técnica que permita evitar cualquier intento de fraude en las próximas elecciones”. 

El dato refleja lo que efectivamente ocurrió en octubre de 2019: Morales ganó las votaciones con 10 puntos de diferencia, una cifra que era fundamental para impedir el balotaje, sin embargo, entró la idea del fraude, acompañadas con protestas en Bolivia e insurrecciones de cuerpos de seguridad. 

Para el 10 de noviembre, el líder indígena estuvo en un inminente riesgo, por lo que fue presionado a renunciar a la presidencia y a exiliarse. 

La Organización de Estados Americanos (OEA) jugó un papel importante cuando presentó el informe carente de credibilidad, sin embargo, “cumplió un rol central en este proceso”. 

El 12 de noviembre de 2019 Jeanine Añez se autojuramentó como presidenta. Esa misma noche se movilizaba a Bolivia un contrabando de armamento argentino que envió el gobierno de Macri dirigido para los golpistas. En los posteriores días se supo de las masacres que ejecutaron en Sacaba y Senkata. 

Según el medio, el documento reservado para diplomáticos argentinos y estadounidenses asentaba visiblemente que el tejido político en Bolivia era totalmente diferente al de Venezuela, no obstante, “en el actual contexto regional toma importancia geopolítica”. 

En el texto también se citó al mandatario brasileño Jair Bolsonaro, quien mostró desconfianza en el proceso electoral en Bolivia. “Tendría que comprender a la embajada de Brasil, al considerar que ambos son países relevantes en la región”. 

El Destape destacó que el embajador de Macri en Bolivia, Normando Álvarez García, tiene una imputación en causa por el contrabando de armamento. El despacho ilegal de municiones se dio a conocer cuando se descubrió una carta de agradecimiento para el embajador por parte del comandante de la Fuerza Aérea Boliviana, Jorge Terceros Lara, quien detalló el armamento adquirido 

El 29 de noviembre de 2019, tras haber transcurrido dos semanas del golpe, Álvarez García ofreció una fiesta a los conspiradores en la sede diplomática argentina, momento de despedida del agregado de Defensa y jefe de la Misión Naval, Miguel Alonso. 

Asistieron al evento el alto mando militar que respaldó a Áñez y el ministro de Defensa golpista Fernando López Julio, quien está prófugo de la justicia. Además, militares de varios países, como estadounidenses y brasileños. 

El Destape recordó que en julio pasado, durante una rueda de prensa, el ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, presentó una cronología del golpe de Estado y demostró evidencias del armamento que el gobierno de Macri remitió a los golpistas y que localizaron en depósitos de la Policía de Bolivia. 

Precisó que el golpe inició con la reunión del 24 de julio de 2019 donde el subsecretario adjunto del Departamento de Estado de EEUU para Asuntos del Hemisferio Occidental, Kevin O’Reilly, “llegó a Bolivia y se reunió con personeros de las embajadas de Perú, Argentina, Brasil, OEA y la Unión Europea e insinuó la posibilidad de un fraude electoral en Bolivia sin pruebas”. 

Por su parte, el gobierno de Donald Trump celebró la salida de Evo Morales el 10 de noviembre de 2019. A través de un comunicado la Casa Blanca subrayó que la decisión «es un momento significativo para la democracia en el hemisferio occidental». «La partida de Morales preserva la democracia y allana el camino para que el pueblo boliviano sea escuchado», agregó. 

El comunicado del gobierno de los EEUU, fechado del 11 de noviembre el 12 por la noche, el gobierno de Macri envía las municiones que llegan al tercer día, es decir el 13 de noviembre, «jornada en que el exembajador de los EEUU en la Argentina, Noha Mamet, visita la Quinta de Olivos. Cinco días antes, el 8 de noviembre, había estado el embajador vigente, Edward Prado». 

Después de un mes después de las visitas de Prado y Mamet a Olivos —diciembre de 2019— la embajada de EEUU en la Argentina criticó a Alberto Fernández por brindar refugio al exgobernante de Bolivia. 

Una delegación en representación del Departamento de Estado, la ministra consejera Mary Kay Carlson y el consejero político Chris Andino, se dirigió a la Casa Rosada y presentó al canciller Felipe Solá una protesta formal por las actividades políticas que realizaba Morales. 

Ante los hechos, el 28 del citado mes y año Evo escribió en Twitter: “La complicidad de Estados Unidos es tan evidente en el golpe de Estado en Bolivia que la embajada norteamericana en Argentina habla por los golpistas y pide al gobierno del presidente Fernández limite mi refugio político, como en tiempos del Plan Cóndor”. 

(LaIguana.TV)