El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, en respuesta a los ataques del presidente Bolsonaro a un juez, dejó claro que jamás tolerará amenazas en su contra.

El STF, equivalente a la Corte Suprema, a través de su presidente Luiz Fux, ha reprochado este miércoles las declaraciones del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro contra uno de sus jueces, Alexandre de Moraes, quien ordenó investigar al mandatario por calumnia e incitación al crimen y por difundir noticias falsas.

El martes, durante las protestas convocadas por las bases a favor de Bolsonaro, este llamó “sinvergüenza” al magistrado De Moraes y dijo que no cumpliría sus decisiones.

En su enérgico pronunciamiento, Fux ha subrayado que ofender la honra de los magistrados, incitar a la población a propagar discursos del odio contra la institución del Supremo Tribunal Federal, así como alentar el incumplimiento de las decisiones judiciales, son “prácticas antidemocráticas e ilícitas”, que no se pueden tolerar.

“El Supremo Tribunal Federal no tolerará amenazas a la autoridad de sus decisiones. Si el desacato a las decisiones judiciales se produce por iniciativa del titular de alguno de los Poderes, esta actitud, además de representar un atentado a la democracia, constituye un delito de responsabilidad y debe ser analizado por el Congreso Nacional”, ha advertido.

El titular del Supremo ha cerrado sus declaraciones, afirmando que “nadie cerrará la Corte. (…) Nos mantendremos de pie, con sudor y perseverancia”, ha aseverado.

En los últimos meses, Bolsonaro está en el ojo del huracán de críticas por el mal manejo en la pandemia de la COVID-19 e involucramiento en casos de corrupción, a tal punto que varios sectores y diferentes partidos del país han pedido que se emprenda un proceso de destitución (impeachment) en su contra.

El martes, en sus discursos ante miles de simpatizantes, Bolsonaro vertió amenazas de golpe contra el STF, instó a la desobediencia de decisiones judiciales y enfatizó que su mandato solo acabaría con su muerte o con la victoria y que nunca irá preso. “Solo Dios me saca de allá (Presidencia)”, retó.

Ante tal situación, los expresidentes, ex primeros ministros y parlamentarios de 26 países alertaron el lunes, en una carta, de un golpe de Estado por parte de simpatizantes de Bolsonaro y poner en riesgo la democracia de Brasil.

(HispanTV)