El gobierno de la República Cooperativa de Guyana rechazó este miércoles –8 de septiembre– el acuerdo alcanzado entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y sectores de la oposición agrupados en la Plataforma Unitaria, en el que las partes se comprometieron a defender la integridad de la Guayana Esequiba, como parte inalienable del territorio venezolano.

En un comunicado de prensa difundido a través del portal del ministerio de Asuntos Extranjeros, Georgetown calificó el acuerdo como «una amenaza abierta a la soberanía y la integridad territorial de Guyana».

«Guyana no puede utilizarse como altar de sacrificio para resolver las diferencias políticas internas de Venezuela», reza parte del texto, en el que se sostiene que aunque el gobierno guyanés «da la bienvenida a un acuerdo interno dentro de Venezuela», alega que si lo acordado «desafía» lo previsto en el derecho internacional, «no es una base para mediar en armonía».

Venezuela ha rechazado las pretensiones de Guyana de resolver el diferendo territorial en la Corte Internacional de Justicia con base en la frontera estipulada en el Laudo Arbitral de París de 1899, en el que se obligaba a Venezuela a renunciar al territorio Esequibo y cuya nulidad se estableció en el Protocolo de Ginebra, suscrito por las partes en 1966.

Así las cosas, Caracas no ha aceptado que el caso se dirima en La Haya, pues es violatorio del marco jurídico vigente, en el que se establece la búsqueda de una solución definitiva pacífica, acordada y satisfactoria de la controversia.

La agencia The Associated Press recuerda que las relaciones se tensaron más a partir de 2015, cuando compañías trasnacionales descubrieron importantes yacimientos petrolíferos en aguas territoriales reclamadas por los dos países y que, de acuerdo a la delimitación que reclama Venezuela, le pertenecen.

Pese a eso, Guyana ha emprendido la exploración y explotación petrolera en la zona, de la mano de Exxon Mobile y respaldada por Estados Unidos y Gran Bretaña, al tiempo que se presenta en los foros multilaterales como un país agredido por su vecino expansionista.

El último ‘impasse’ entre Caracas y Georgetown se produjo el pasado 26 de mayo, cuando en el marco del 55º aniversario de la independencia, el presidente guyanés, Mohamed Ifraan Alí, demandó que se «haga justicia» y se valide el «reconocimiento que hace 122 años fijó nuestras fronteras», en alusión al laudo arbitral de 1899.

En respuesta, Venezuela señaló en un comunicado que «el presidente Irfaan Alí se aleja de la realidad histórica con el fin de alimentar una matriz victimista y negativa referente a la justa reclamación venezolana sobre el territorio de la Guayana Esequiba, cuyo origen es anterior al otorgamiento de la independencia por parte del Reino Unido a la República Cooperativa de Guyana».

(LaIguana.TV)