Existe una palabra en lengua castellana, pero no puede ser escrita, tal como lo reconoce la Real Academia de la Lengua Española (RAE). Esto la constituye en una de las curiosidades de la lengua de Cervantes.

La lengua española o castellana, una de los idiomas más hablados del mundo, como todo lenguaje vivo, evoluciona acorde al paso del tiempo y a los usos dados por los hispanoparlantes en diversas latitudes del mundo.

Reconocido por la propia Fundéu (Fundación del Español Urgente) y la RAE, la palabra en español que se puede decir, pero que no es posible escribir, según las actuales normas ortográficas, es el imperativo de salirle, es decir, cuando la forma verbal sal del verbo salir se combina con el pronombre enclítico le.

El articulado entre sal + le, que sí se puede pronunciar —»sal-le al paso»—, no se puede escribir: si se escribiese junto formaría la palabra salle, que se pronuncia diferente por tener la ll. A lo anterior, hay que considerar que las normas actuales no permiten el uso del guion.

Este acertijo lingüístico, inexistente en otras lenguas, es descrito por la propia RAE como:

«El único caso en el que aparecerían dentro de una palabra española dos eles contiguas, cada una de ellas perteneciente a una sílaba diferente, secuencia fónica cuya representación se halla bloqueada en nuestro sistema gráfico, puesto que concurriría con el dígrafo ‘ll’, que solo admite interpretarse como el fonema palatal lateral sonoro /ʎ/ —o, más comúnmente, debido al fenómeno del yeísmo, el palatal central sonoro /y/—».

«Se introduce una excepción en el sistema ortográfico insólita e inexistente en otras lenguas: la de una palabra que no se puede escribir», agrega la RAE.

Así, para formar sal-le «ha sido costumbre desde hace mucho la intercalación de un guion». Sin embargo, «las Academias de la Lengua decidieron en la Ortografía del 2010 negar validez al uso del guion, sin ofrecer alternativas, por lo que esta palabra según las actuales normas no se puede escribir», explica el portal de dudas de Fundéu.

Las alternativas propuestas desde la RAE recaen en el uso del sal a secas, como «sal al encuentro a esta persona» o «sal a su encuentro», por ejemplo.

«Así pues, nuestro sistema ortográfico no cuenta con recursos para representar la secuencia fónica consistente en la articulación de dos eles seguidas dentro de una palabra, lo que en español resulta, por otra parte, absolutamente excepcional; las grafías salle al encuentro o sal-le al encuentro no se consideran, pues, correctas», añade la RAE.

(sputniknews.com)