El triángulo de la muerte es un término que utilizan los médicos para referirse a la zona central de la cara en la que se encuentra la vena angular que recorre nariz, ojos y cerebro.

La base del triángulo está formada por la línea que une ambas comisuras labiales y los costados son formados por dos líneas que inician desde cada una dichas comisuras, que se encuentran en el centro del vértice nasal.

Los expertos aseguran que cualquier golpe, grano o imperfección que se tenga en la zona debe tratarse con mucho cuidado porque pueden infectarse y provocar problemas mayores.

Cada vez que se explota alguna imperfección o se quita un vello incrustado se pueden causar heridas que quedan abiertas por las que pueden penetrar virus o bacterias, y originar infecciones.

Si una de estas infecciones se extiende, existe un riesgo latente de causar desde parálisis facial, deterioro de la función motora hasta ceguera o un accidente cerebrovascular.

Y es que justo en el centro del triángulo está el seno cavernoso, que alberga los nervios esenciales y los vasos sanguíneos que llevan la sangre al cerebro. Por ahí pasan nervios, venas y arterias que van del ojo a los músculos y está relacionado con la glándula hipófisis, meninges que cubren el cerebro.

Algunos de los síntomas que se pueden presentar cuando hay infección en la zona tras haberla manipulado son: inflamación, crecimiento del grano que se manipuló, aparición de un bulto rojo y dolor de cabeza intenso, por lo que se recomienda visitar a un médico.

También pueden aparecer bolas de grasa alrededor de los ojos o inflamación de la parte blanca que dificulta los movimientos oculares y provoca pérdida de visión, visión doble, fiebre, convulsiones, confusión o apatía.

(sputniknews.com)