Parece una escena de una película pero las fotografías aéreas muestran una fila de barcos que están formados afuera de los puertos de Los Ángeles y Long Beach que manejan cerca del 40% de todos los contenedores de carga que entran en el país.

Antes de la pandemia de COVID-19, era inusual ver que más de un barco tuviera que esperar para atracar y descargar su contenido. 

Tráfico en el mar

El retraso tiene que ver con el aumento de la demanda de importaciones a medida que la economía estadounidense se reabre.

Los minoristas y los fabricantes se han apresurado a hacer pedidos y reponer sus inventarios, sin embargo, el sistema mundial de transporte marítimo tiene dificultades para seguir el ritmo.

Los puertos de Los Ángeles y Long Beach juntos son la principal puerta de entrada marítima a Estados Unidos, sobre todo para las importaciones procedentes de China.

Las filas frente a los puertos ha contribuido a la escasez de juguetes para niños, madera, ropa nueva y alimentos para mascotas que en alguna medida ha incrementado el precio de los productos al consumidor.

Desde la semana pasada la administración del Puerto de Los Ángeles advirtió que tendrían un gran volumen de cargueros hasta el verano de 2022, de acuerdo a una declaración de la Oficina de Puertos al periódico The Wall Street Journal.

Tan solo el pasado fin de semana cerca de 73 barcos han tenido que hacer doble o triple fila esperando desembarcar.  Otros barcos han tenido que ser desviados a causa del atasco que impide la descarga de miles de contenedores.

Otros puertos cercanos como el de Oakland no cuentan con capacidad suficiente para hacer frente al volumen del comercio, según informó la BBC. 

Tan solo en el puerto de Los Ángeles, la cantidad de carga ha aumentado un 30% en lo que va de año, en comparación con todo el año 2020.

La Navidad en riesgo

Para las empresas que importan juguetes la crisis que están enfrentando las embarcaciones podría afectar a muchos integrantes de la Cámara de Estadounidense de Juguetes, que está integrada por más de 950 empresas, ya que podría afectar la distribución y venta de productos que ofrecen durante la temporada navideña. 

La mayoría de los integrantes ofrecen juguetes que provienen de China cuyas ventas superan los 3,000 millones de juguetes al año. 

Hasta ahora la crisis ha permitido que los puertos californianos acordaron ampliar las horas en las que los camiones pueden recoger y devolver los contenedores para intentar aliviar el retraso.

Mientras junto a la Casa Blanca las asociaciones intentan encontrar una solución a las interrupciones creadas por los cuellos de botella en la cadena de suministro. 

(La Opinión)