Una de las últimas veces que el ministro Alí Padrón Paredes hizo de guía turístico fue en mayo de este año cuando acompañó a Canaima al famoso actor estadounidense Steven Seagal. Pero antes de eso, concretamente el 30 de marzo pasado, Padrón Paredes, titular de la cartera de Turismo, suscribió un acuerdo de cooperación entre Rusia y Venezuela, fruto del cual están llegando a Nueva Esparta los 76 vuelos con turistas rusos. Por eso en los últimos días su figura como ministro de Turismo la hemos visto en declaraciones a las televisoras públicas y privadas desde playa El Yaque, aeropuerto internacional Santiago Mariño, el castillo de Pampatar o en alguna esquina de Juan Griego comiendo empanadas de cazón.

Cuando fue estudiante en Inglaterra (maestría en Administración Pública), Padrón Paredes hizo turismo en Gales, cosa que sorprendió a sus vecinos acostumbrados a salir del Reino Unido para sentirse que estaban turisteando.

“No saben lo que se estaban perdiendo. Allí no se veía ni un solo turista inglés”, comentó el ministro al recordar aquel momento cuando visitó ese Principado, nación europea que le recuerda al mundo a la fallecida Lady Di, la “Princesa de Gales”.

Padrón Paredes ocupa el Ministerio de Turismo desde octubre de 2020; pero estuvo allí en esa institución como viceministro de la entonces titular Marlenys Contreras. Y antes de ingresar a ese Ministerio pasó por el Consejo Nacional Electoral, siendo rector suplente de Tibisay Lucena. “Ella fue jefa mía”, dice antes de iniciar la entrevista concedida a Últimas Noticias en su despacho con vista al Waraira Repano y la plaza Francia de Altamira.

—Convérsenos sobre este plan de la visita de los rusos a Venezuela. ¿Cómo se dio?

—El día 30 de marzo nosotros suscribimos un acuerdo de cooperación en materia de turismo entre la autoridad de Turismo de Rusia y Venezuela. Entre los elementos que estuvimos planteando allí está el tema promocional de Venezuela, el tema promocional de Rusia, la cooperación en distintos ámbitos y que tiene que ver también obviamente con la visita de turistas rusos hacia Venezuela y venezolanos hacia Rusia. Rusia es un socio estratégico de Venezuela y habíamos tocado todos los elementos de interés entre ambos países, pero faltaba turismo. Bueno suscribimos ese acuerdo como parte de una agenda amplia y de allí se desencadenaron una serie de procesos que los estamos viendo.

—¿Cómo se concreta ese convenio turístico Rusia-Venezuela?

—Estamos en proceso. Hemos suscrito acuerdos con unos 76 vuelos que van a estar llegando a Venezuela en los próximos meses. En el primer vuelo llegaron 437 turistas, un avión gigantesco. Ellos están ahorita en Nueva Esparta y tienen la posibilidad de movilizarse a través de un esquema de burbuja.

—¿En qué consiste ese esquema?

—El esquema de burbuja es, además de los protocolos que se les están aplicando con la prueba de PCR a la salida de Rusia, a la llegada a Venezuela, vacunación de todas las personas que atienden a los rusos. El esquema también incluye los espacios controlados donde ellos van a estar y las actividades que ellos van a estar realizando son todas monitoreadas. Ese es el esquema de la nueva normalidad establecida por la realidad de la pandemia.

—¿Ese esquema se va a aplicar en todos los planes turísticos?

-Bueno este es específico porque es turismo receptivo. Recuerda que ya nosotros tenemos unos protocolos. El esquema 7+7 es un protocolo de cómo enfrentar la pandemia.

—¿Cómo describe los frutos de ese convenio de turismo con Rusia?

—Nosotros estamos convencidos que esta es una actividad que va a llevar bastantes frutos para el desarrollo, el crecimiento del estado Nueva Esparta. Y eso va ir derivando hacia otros espacios, en la medida que vamos evaluando, vamos avanzando siempre teniendo presente esa realidad de la pandemia.

—¿Hay convenios similares al de Rusia con otros países?

—Sí. Con Turquía, Bielorrusia, China, Irán. Estamos también trabajando en acuerdos con otros países como el caso de Jordania, países árabes, Azerbaiyán, Kazajstán…países de la ex Unión Soviética que tienen dificultades para viajar a otros espacios de Europa, por ejemplo y que Venezuela les ofrece, no solamente un país megadiverso, sino un país que tiene unos altos niveles de protección contra el coronavirus en comparación con países vecinos. Brasil y Colombia son números dantesco.

—¿Cómo han trabajado el tema de las aerolíneas que están pidiendo autorización para traer turistas rusos?

—Una vez que suscribimos el acuerdo de cooperación, nosotros establecimos un órgano superior de turismo en el estado Nueva Esparta y en la mesa de trabajo participaron distintos entes y organismos del Estado: el Protectorado, las alcaldías, los prestadores de servicios turísticos, las comunidades turísticas organizadas. Eso ha dado excelentes frutos. Todos nos pusimos de acuerdo para dar la mejor cara de Venezuela.

—Suponemos que el sector comercio neoespartano va a experimentar un crecimiento.

—En Margarita se están recuperando una cantidad de cosas. Un señor de una licorería me contó que un ruso le había comprado 800 dólares en ron. El del aeropuerto me dijo que la tripulación del primer vuelo ruso estuvo en su bodegón y no quedó ni una botella de ron. El señor de un automercado nuevo en la Margarita me dijo que los dueños de hoteles han ido a comprar productos. Allí empieza una reactivación paulatina. Pero no podemos desbocarnos, porque puede pasar lo de España e Italia donde rebrotaron los contagios por covid-19.

—¿Venezuela ha establecido convenio turístico con China?

—Sí, nosotros tenemos un acuerdo con China y estamos esperando la estabilización, porque todo esto tiene que ver cómo los gobiernos están tratando el tema de la pandemia. El gobierno chino, que es muy estricto en el cumplimiento de sus protocolos ha establecido que ahorita no hay posibilidades de hacer eso. Ellos están esperando vacunar un alto porcentaje de su población.

—¿Esperar que termine la pandemia para hacer turismo?

—El secretario general de la Organización Mundial del Turismo decía que no nos podemos quedar de brazos cruzados. No. Vamos a empezar a hacer turismo de manera paulatina, de manera segura. Si antes tenías 50 vuelos, ahora tienes 10. En el año 2020 la caída del turismo fue casi 80% a escala mundial. Aquí cerramos las fronteras y recientemente fue que se autorizó la apertura de 14 aeropuertos.

—La planificación turística entonces debe ser con criterio de corto plazo.

—Anoche me reuní con la empresa de los teleféricos y me dijo precisamente que ahorita no hay largo plazo. El largo plazo son tres semanas. Si alguien que es planificado para el largo plazo son los europeos. Ellos piensan a 20 años. El latinoamericano tiene la visión del corto plazo. La visión que nosotros tenemos que imponer, yo como planificador, como economista es una visión de cambio, de la economía rentista petrolera de turismo emisivo, a la economía productiva exportadora de turismo receptivo, pero eso es a largo plazo.

—El Estado ha venido entregando hoteles a manos privadas en concesión. ¿Cuál es el balance de ese proceso?

—Los hoteles son del Estado, siguen siendo del Estado venezolano. Nosotros estamos trabajando en alianzas comerciales para la administración y comercialización de los hoteles. Campamento Canaima es uno de ellos, posadas en Los Roques, hoteles en Morrocoy. Aquí estamos trabajando con el Alba Caracas para entregarlo en alianza.

—¿El Alba Caracas será entregado a privados?

—Aspiramos entregar las instalaciones en diciembre. Estamos trabajando para que eso sea así. Aunque siempre hay por allí elementos que se nos escapan de las manos.

—¿Es una concesión?

—Son alianzas, son alianzas. El Estado venezolano preserva el 100% de la propiedad; solamente estamos trabajando la alianza comercial para la administración y comercialización.

—¿Con quién se estableció esa alianza para la administración del Alba Caracas?

—Es una empresa turca, experta en la administración de hoteles. Se está trabajando. Vamos a tener allí un maravilloso hotel en los próximos meses. Hemos tenido otros hoteles que entregamos en alianza comercial y estamos evaluando el desempeño, de manera tal que nosotros podemos decir que la alianza ha sido un éxito. Hay elementos como la pandemia que han venido afectando las alianzas. Muchos de esos hoteles se entregaron antes de la pandemia y sus consecuencias como la paralización del sector turismo.

—¿Cuál es la magnitud de esa afectación al sector turismo?

—Eso ha afectado la inversión, la capacidad de alojamiento. Pero hemos venido reactivando de manera paulatina. El turismo se ha venido reactivando paulatinamente, vamos alcanzando números favorables con la visión puesta de ser una potencia en turismo. Potencia Latinocaribeña. Tenemos todas las potencialidades, somos un país megadiverso, estamos ubicados entre los primeros 10 países más diversos del planeta. Y a esa potencialidad hay que sacarle provecho.

—¿Cómo sacarle provecho a esa potencialidad?

—La potencialidad por sí sola no es suficiente; tenemos que capacitar y formar, sensibilizar a las comunidades, traer inversión nacional, extranjera, pública, privada, comunal. Tenemos que gestionar los destinos, certificación de rutas. Es un trabajo importante. Venimos de una economía rentista-petrolera, de turismo emisivo y tenemos que ir a una economía productiva-exportadora con visión turística, para el desarrollo del turismo nacional, fortalecerlo y obviamente el turismo receptivo. Ese es la línea estratégico.

—Por un tiempo se pensó que el turismo era salir fuera de Venezuela.

—La gente cuando hablaba de salir de vacaciones, hablaba de ir a Miami. El Estado propicio eso con precios subsidiados. La política debería ser exactamente no impedir que la gente viaje al exterior. Ahora, viajar al exterior es un lujo. Nosotros tenemos que propiciar el turismo nacional y el receptivo, no el emisivo. Aquí se propició hacer turismo en el exterior bajo un esquema de subsidios con un precio del barril de petróleo a 120 dólares. Pero ahorita que no tenemos esos recursos la lógica nos dice que tenemos que propiciar el turismo nacional y el receptivo, es decir que vengan los turistas; para nosotros ir de manera paulatina ajustando todos los procesos relacionados con el sector.

—Hay dificultades para ese turismo interno, derivadas de la pandemia y las sanciones. ¿Cuál es el plan para propiciar el turismo en las actuales circunstancias?

—Claro hay dificultades, hay limitaciones, restricciones. Nosotros estamos enfocados ahorita en el turismo de la proximidad. Es decir, que la gente pueda hacer turismo en los espacios cercanos. El caraqueño va a La Guaira, a Miranda. La primera gran restricción es derivada de la pandemia; pero hay otras, la merma de la capacidad adquisitiva del venezolano producto de la guerra económica, de las sanciones, que han afectado de manera sensible las finanzas. Pero hay una parte de la población no despreciable que tiene capacidad adquisitiva y ha venido ocupando los espacios. Ahorita estuve en Margarita y la capacidad hotelera estaba casi al máximo en turistas nacionales. Eso nos permite soñar. Vamos a ir estabilizando todos los elementos de la sociedad.

—Recientemente usted sostuvo una reunión con el mercado de valores. ¿Cuál fue el propósito?

—De las reuniones estratégicas, esa es una de las más importantes. El tema del mercado de valores. Ha habido una afectación en la capacidad crediticia; los bancos tienen una mermada capacidad para dar créditos y en el caso del crédito turístico es cero. Entonces hay que buscar opciones creativas y una de esas es el mercado de valores. En ese sentido sostuvimos reunión con el presidente de la Bolsa Pública Bicentenaria, Bolsa Descentralizada y el de la Bolsa de Valores de Caracas; estuvieron prestadores de servicio, la Cámara Hotelera, evaluando cuáles son esas posibilidades para obtener financiamiento, no crédito, a través del mercado de valores.

—¿Hacía qué áreas iría ese financiamiento originado en ese mercado?

—Ese mercado de valores te va a poder permitir tener financiamiento para el capital de trabajo, para pequeñas y medianas inversiones. Ese financiamiento te va a permitir ir trabajando sobre el planteamiento que existe de la falta de crédito. Un hotelero necesita recursos frescos para invertirlos en una obra de infraestructura pequeña. Por ejemplo, Coviasa puede buscar financiamiento para la adquisición de nuevas aeronaves a través del mercado de valores.

—¿Cómo convencería usted a los turistas del mundo para que visiten Venezuela?

—Bueno yo ahorita estuve en Canaima y llevé a una personalidad para allá y me dijo que había estado en 183 países y que eso era lo más espectacular que ha visto en su vida. También llevé al actor Steven Seagal. Entonces yo les diría que Venezuela es un país abierto para la recepción de los turistas, somos un pueblo amigable, con sus realidades.

—¿Y cómo convencería a los venezolanos para que desarrollen el turismo interno?

—Mira Venezuela tiene la posibilidad de tener las opciones para todos; desde el que tiene muchos recursos como el que tiene menos. Y eso te permite a ti una cantidad de opciones. Tenemos 43 parques nacionales, 37 parques recreaciones, tenemos monumentos; todo eso abarca aproximadamente 33% del territorio. Porque la gente cree que se hace turismo si tú vas a Los Roques o a Canaima. Claro ese es el ideario. A mí me dijo una persona que todos los venezolanos deben tener tatuado en su pasaporte “debo ir a Canaima”. Es decir, 30 millones de venezolanos van a ir a visitar Canaima y después que destruyamos Canaima, nos buscamos otro sitio. Canaima es un espacio muy frágil. No podemos llenar Canaima de hoteles. Ese parque tiene una capacidad para recibir 50 mil personas al año. Tenemos que propiciar el ecoturismo, turismo de aventura, turismo sostenible como lo dice la Constitución.

Al detal

  • ”Aquí se le ha metido en la cabeza a alguna gente que nosotros, para poder traer un turista extranjero, tenemos que resolver todos los problemas. Imagínate tú República Dominicana: ellos van a empezar a resolver todos sus problemas y después traen los turistas. Cuando tú vas a Dominicana en Punta Cana todo funciona. Vete para Santo Domingo a cualquier barrio, no tienen luz en todo el año”.
  • “Si tú vas a España, también tienen muchos problemas. Ellos no pueden pretender que van a empezar a resolver todos sus problemas…ellos viven del turismo. Si ellos hicieran eso sería un harakiri, como decía este expresidente, un autosuicidio”
  • “El turismo nos va a permitir ir avanzando, recaudando recursos necesarios para mejorar la calidad de vida. Porque el turismo es desarrollo, es crecimiento e inclusión”.
  • “Nosotros haríamos un flaco favor al país en plantear un turismo desarrollista. ¿Vamos a llenar nuestras playas de hoteles?. Vietnan, un país que pudiéramos asociar con la guerra, recibe más turistas que Brasil y ellos no tienen una infraestructura como la de Brasil. ¿Cómo atienden a los turistas?, con la pequeña posada, hotel-boutique y campamentos cercanos a la naturaleza”

(ultimasnoticias.com.ve)