La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó este martes –5 de octubre– los ataques «violentos y xenófobos» que perpetraran «particulares» contra migrantes venezolanos en la localidad de Iquique, Chile.

En un comunicado difundido en su portal, la CIDH manifestó «su preocupación» ante el creciente «desalojo de personas migrantes –en su mayoría venezolanas–» de los espacios públicos iquiqueños, en medio de denuncias de acciones violentas de la Policía y sin que se les ofreciera una alternativa de reubicación.

La organización recordó que los eventos se desencadenaron el pasado 24 de septiembre, cuando la Policía expulsó por la fuerza a unas 100 personas migrantes, incluyendo familias con niños, que se encontraban en la Plaza Brasil de Iquique.

Estas personas luego quedaron deambulando por el sector, pues la fuerza pública indicó que solamente había recibido órdenes de desalojarles y no de reubicarles en otro espacio.

Al día siguiente, se puntualiza en el comunicado, participantes de una marcha antiimigrantes incendiaron las carpas y pertenencias de los migrantes, sin que las autoridades intervinieran para impedirlo, aunque como Estado miembro de la comunidad internacional, Chile tiene la obligación de proteger a las personas en su territorio, independientemente de su condición migratoria y debe «prevenir y combatir» cualquier forma de «estigmatización» en su contra.

En ese orden, la CIDH aseguró que «a través de sus diferentes mecanismos de monitoreo (…) viene dando seguimiento a los diversos hechos y actos de estigmatización y discriminación en perjuicio de las personas venezolanas en diferentes países de la región, entre ellos, Chile».

Así las cosas, el ente demandó al gobierno del presidente Sebastián Piñera que continuara «adoptando medidas para prevenir y eliminar las prácticas de xenofobia» y conminó al Estado chileno a «actuar con la debida diligencia para prevenir las violaciones de derechos humanos, investigar y sancionar a los responsables y reparar a las víctimas».

(LaIguana.TV)