La revelación por parte del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) de que Argentina es el tercer país con más beneficiarios, con 2.521 involucrados, entre las sociedades opacas detectadas de acuerdo con la filtración de paraísos fiscales evidencia el nivel de fuga de los capitales argentinos y de la evasión impositiva.

La mayor revelación de escondite de grandes fortunas evasoras de impuestos a nivel mundial en paraísos fiscales no es la primera ni la última vez, pero se trató de la colaboración y publicación internacional de los denominados Papeles de Pandora que incluyen 12 millones de documentos que involucran a más de 100 multimillonarios, 30 líderes mundiales y 300 funcionarios.

La divulgación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación —ICIJ, por sus siglas en inglés— tuvo a Argentina como protagonista, al ser el tercer país con más personas en la lista, 2.521 involucrados, a pesar de ser un país en vías de desarrollo, golpeado por una de las peores crisis económicas de su historia.

«Argentina tiene una enorme porción de su PBI, si es que puede contabilizarse de esa forma, en paraísos fiscales. Está el fenómeno de la gente que retira sus patrimonios para refugiarlos en dólares fuera del país y además la evasión es muy grande», dijo a Sputnik el analista político Julio Burdman.

Fueron implicadas personalidades vinculadas a referentes de las fuerzas políticas más relevantes del país, como el hermano del expresidente Mauricio Macri (2015-2019), Mariano, y el gurú especializado en marketing electoral que acompañó durante 15 años al exmandatario, Jaime Durán Barba.

El reconocido consultor político ecuatoriano fue detectado, junto a un socio, como accionista de dos sociedades offshore en las Islas Vírgenes Británicas, creadas para realizar inversiones en Suiza y comprar una mina de cobre en EEUU valuada en 15 millones de dólares, operación que no se concretó.

En Argentina; sin embargo, solo figuró ante el fisco como monotributista autónomo, régimen que tiene como categoría máxima para facturación de servicios de alrededor de 20.000 dólares anuales.

Por otro lado, fueron mencionados el fallecido exsecretario del también fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), Daniel Muñoz, y el financista Ernesto Clarens, procesado por lavado de activos durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) en la causa de los cuadernos, tildada de persecución y guerra jurídica (lawfare) por la actual vicepresidenta.

Apatía o aceptación

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) anunció que analizará la información sobre los entramados societarios reportados que tendrían como beneficiarios finales a residentes argentinos. Evaluará si las estructuras fueron utilizadas como vehículo para eludir regulaciones o impuestos, ocultar información o lavar activos.

Otros involucrados fueron la hija del fallecido expresidente Carlos Menem (1989-1999), Zulema Menem; los empresarios farmacéuticos Hugo Sigman y Marcelo Figueiras; y figuras relacionadas al fútbol, como el hijo del histórico expresidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona; y los exjugadores de la Selección Nacional Ángel Di María, Javier Mascherano y Mauricio Pochettino; este último, hoy técnico del equipo Paris Saint-Germain.

La investigación «puede servir para aportar nuevos datos y eventualmente concientizar a la sociedad acerca del alcance de la salida de capitales argentinos a estos refugios fiscales. Sin embargo, tengo mis dudas de que vaya a tener efectos políticos porque tocó a dirigentes de todo tipo de fuerzas y nunca tuvo un verdadero efecto, como pasó con los Papeles de Panamá y tantas otras investigaciones periodísticas», aseguró Burdman.

Todavía no hay reacciones, pero Argentina vive un momento de calma tensión electoral entre las primarias del 12 de septiembre pasado y las generales legislativas del 14 de noviembre próximo, en medio de una campaña electoral polarizada, en el que cada fuerza acusa de corrupción y señala al frente contrario por causas judiciales en proceso.

No es la primera filtración a gran escala de procedimientos evasores por parte de los dueños de las grandes fortunas.

«Da la impresión de que la opinión pública está acostumbrada. Dado que la inestabilidad cambiaria, financiera y económica en general es tan alta, es como si los comportamientos de evasión estuvieran ‘justificados’, fueran racionales. Hay una corriente fuerte que es capaz de responder ‘si yo tuviera dinero haría lo mismo’. Terminan exculpando, nadie se indigna», argumentó el académico y profesor universitario.

Burdman explicó que la correspondencia entre lo que un contribuyente aporta con sus impuestos y cómo llega esto en términos de servicios a los ciudadanos «está bastante viciada» por la preponderancia de una economía informal y la sensación de ahogo que perciben buena parte de la clase media emprendedora y en relación de dependencia.

«La sensación de que la evasión es un robo debe ser más fuerte en países donde esa correspondencia fiscal es más nítida, cosa que en Argentina no sucede, y sospecho que también debe ser parecido en otros países de América latina», concluyó.

El ICIJ encontró vínculos entre activos offshore y 336 altos ejecutivos y políticos de 90 países, que crearon cerca de 1.000 empresas, más de dos tercios en las Islas Vírgenes Británicas.

(sputniknews.com)