El gobierno letón aprobó la implantación de un confinamiento estricto, con toque de queda nocturno, a partir del próximo jueves y durante las cuatro semanas siguientes ante el incremento alarmante de los casos de covid-19.

El cierre de la vida pública afectará todas las actividades culturales, sociales y reuniones públicas, así como encuentros entre personas de más de un hogar, según acordó el Consejo de Ministro, pese a las divergencias surgidas entre algunos de sus miembros.

En las horas diurnas, se desaconseja todo desplazamiento si no es para comprar productos esenciales o salir a hacer ejercicio al exterior de manera individual o con miembros de un mismo núcleo familiar.

En el seno del gobierno había disensiones acerca de la actividad escolar, que será virtual para los alumnos de secundaria y presencial para la primaria.

El confinamiento restringirá sensiblemente la actividad en el sector público, los negocios, los comercios y la industria. La vida pública quedará limitada a los servicios esenciales, alimentación, farmacia y otros productos básicos.

El primer ministro letón, Krisjanis Karins, recordó que se trata de las restricciones más severas adoptadas en Letona desde el principio de la pandemia, en marzo de 2020.

El objetivo es aplanar la curva de nuevas infecciones, que amenazan con sobrecargar la sanidad pública del país báltico, con 2,2 millones de habitantes.

(EFE)