El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ordenó declarar «persona non grata» a 10 embajadores en su país, incluidos los diplomáticos de EEUU y Alemania.
 
El mandatario dio la orden correspondiente al Ministerio de Exteriores en respuesta a la petición de los diplomáticos de liberar al político opositor turco Osman Kavala, encarcelado por su presunta implicación en el intento de golpe de Estado de 2016.
 
Los otro ocho embajadores son de Francia, Canadá, Dinamarca, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia y Finlandia.
 
«Todos los diplomáticos están obligados a respetar la soberanía de nuestro país y la independencia del poder judicial turco y a abstenerse de interferir en nuestros asuntos internos», dijo un portavoz del partido gobernante de Turquía, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), Omer Celik en Twitter el 18 de octubre.
La declaración de embajadores de persona non grata suele ser el primer paso diplomático antes de una deportación real.
 
El 21 de octubre Erdogan ya amenazó con expulsar a los diplomáticos, porque según sus palabras, Turquía no puede permitirse «el lujo de acogerlos». Dos días antes, el Ministerio de Exteriores convocó a los embajadores en relación con la declaración conjunta que hicieron. Según el ente, la declaración en la que se pedía una resolución justa y rápida del caso de Kavala fue «irresponsable».
 
(Sputnik)