La cifra de muertos de un ataque atribuido al grupo yihadista Estado Islámico (EI) perpetrado anoche en una población al noreste de Bagdad subió a 12 mientras que una veintena de personas resultaron heridas en una acción que el primer ministro iraquí, Mustafá al Kazemi, dijo que no quedará impune, informó hoy a Efe una fuente policial. 

«La cifra de muertos ha aumentado a 12 personas», afirmó a Efe el comandante de la Policía de Diyala, Ihsan al Rebeghi, y añadió que se han impuesto «medidas estrictas de seguridad en la cercanía del pueblo de Al Rashad y las aldeas vecinas y no se permite el movimiento a menos que sea necesario». 

El ataque tuvo lugar anoche en la población de Miqdadiyah, situada en la provincia de Diyala y a tan solo 80 kilómetros al noreste de Bagdad, y las autoridades acusan al EI de llevarlo a cabo, aunque la organización extremista ni ningún otro grupo han reivindicado su autoría. 

Al Kazemi señaló anoche en su cuenta de Twitter que «el crimen de Miqdadiyah no quedará impune» y prometió que seguirán persiguiendo «a los terroristas dentro y fuera de Irak». 

Por otro lado, el influyente clérigo chií y ganador de las pasadas elecciones en el país, Muqdata al Sadr, afirmó en su cuenta de Twitter que la población de Miqdadiyah está «devastada por el terrorismo en medio del conflicto político» y que no se debería pasar por alto «el terrorismo» que sigue en Irak. 

Este ataque se trata de uno de los más mortíferos desde julio, cuando el EI reivindicó un atentado que dejó al menos 25 muertos y 60 heridos en un mercado de un barrio de mayoría chií de Bagdad, un día antes de la gran fiesta de Aíd al Adha o del sacrificio. 

La organización yihadista fue derrotada territorialmente en 2017 tras haber controlado amplias zonas de Irak desde 2014, pero sus remanentes todavía siguen llevando ataques, sobre todo contra las fuerzas de seguridad iraquíes y particularmente en la frontera con Siria y el norte y centro del país. 

(EFE)