Este martes 26 de octubre, el filósofo político Miguel Ángel Pérez Pirela disertó en la edición 378 de su programa Desde Donde Sea sobre las implicaciones geoestratégicas del alza del combustible en el mundo ante la inminencia del invierno boreal.  

Para iniciar la discusión, Pérez Pirela aludió al reciente incremento del precio de la gasolina subvencionada en Venezuela, aún a pesar de que las colas para abastecer combustible en bolívares no han disminuido.  

Aumenta la gasolina no subsidiada en Venezuela

En ese orden, detalló que el pasado sábado 23 de octubre, la Comisión Presidencial «Alí Rodríguez Araque», encargada de la reestructuración de la industria petrolera de Venezuela, informó que, desde el 24 de octubre, el litro de combustible subsidiado costará diez céntimos o 0,10 bolívares.  

La medida, según explicó la Comisión en un comunicado, responde a la entrada en vigor de la nueva expresión monetaria y representa el «95% del subsidio directo que se viene otorgando a través del sistema Patria».  

En todo caso, aunque el nuevo precio representa un incremento en el orden del 1.900% en relación con el precio anterior (0,0005 bolívares), Venezuela sigue teniendo la gasolina más barata del mundo, seguida de naciones como Irán, Siria, Angola o Argelia.  

El analista recordó que, con el objetivo de hacer frente al desabastecimiento de combustible derivado de las sanciones y bloqueos financieros, desde julio de 2020 el gobierno de Venezuela estableció un mecanismo de venta de gasolina a precios subsidiados, que sigue un cronograma de acuerdo al terminal del documento de identidad.  

Detalló, asimismo, que según el tamaño del vehículo, el propietario tiene acceso una cierta cantidad de litros cada mes y, además, transportistas y otros sectores priorizados gozan de 100% de subsidio. Este último dato, en su decir, es desconocido en el extranjero porque no es reseñado por la prensa. 

En todo caso, puntualizó el comunicador, el anuncio del pasado sábado no afectó el precio fijado para la gasolina que se expende en divisas en unas 200 estaciones de servicio en todo el país. En este caso, el litro se vende a 0,5 dólares estadounidenses y puede adquirirse en cualquier fecha y sin limitaciones de cantidad.  

A inicios de septiembre, el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció que «en las próximas semanas» se duplicaría la producción de combustible en todo el país, si bien no precisó fechas ni ofreció mayores detalles, refirió el analista.  

A este respecto, recuperó las declaraciones ofrecidas en ese momento por el experto petrolero David Paravisini, para quien el anuncio presidencial se compadece con el inicio de operaciones en las refinerías de El Palito (Carabobo) y Puerto La Cruz (Anzoátegui), tras meses de trabajo para su reactivación.  

Pérez Pirela destacó que, en este proceso de reanimación de la industria petrolera local, ha jugado un papel preponderante la relación estratégica entre Irán y Venezuela. Así, indicó que en el último par de años, además de establecer nuevas alianzas energéticas, han emprendido esfuerzos conjuntos para mejorar la calidad de vida de sus pobladores. 

En honor a la verdad, la cooperación petrolera entre Caracas y Teherán no es nueva, pero sí alcanzó nuevas cotas con el arreciamiento de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos sobre las estatales petroleras de los dos países, puntualizó.  

De este modo, el pasado año, Irán envió a Venezuela cinco buques con gasolina e insumos necesarios para su refinación, además de distintas partes y repuestos para las refinerías venezolanas, enteramente sustentadas en tecnología estadounidense.  

Si bien todavía no se ha normalizado el acceso al combustible, particularmente en el interior del país, a juzgar por los anuncios oficiales, los tratos entre Irán y Venezuela ya empiezan a rendir algunos frutos. 

Sobre este tema, trajo a colación que, a mediados de octubre, el petrolero Fortune, con bandera iraní, zarpó del oriente venezolano cargado de dos millones de barriles de crudo extrapesado de la Faja del Orinoco, que será comercializado a clientes en Asia.  

Además, señaló que, en contraprestación, la nación persa enviará diluyentes y otros insumos necesarios para que Venezuela refine su propio combustible y se regularicen tanto las exportaciones de crudo como el abastecimiento interno de gasolina. 

Asimismo, destacó que para el analista internacional Iñaki Gil de Sanvicente, este esquema de cooperación entre Venezuela e Irán, además de producir evidentes beneficios económicos a las partes, también es un signo de independencia política y un ejemplo de lo que hacen las naciones soberanas para hacer frente a las agresiones de potencias imperialistas.  

«Este bloqueo no es solamente un bloqueo comercial contra Venezuela, sino que hace que barcos estadounidenses estén pirateando en aguas internacionales», a la caza de barcos que transportan gasolina en misiones humanitarias e incluso en algunas ocasiones han conseguido robarse la carga, añadió el experto.   

Al concluir esta sección, leyó comentarios de los usuarios en los que se formulaban denuncias relativas a los fallos en el abastecimiento de combustible en los distintos estados. 

El alza en los precios del combustible en el mundo y sus efectos geopolíticos 

Desde el punto de vista de Miguel Ángel Pérez Pirela, aunque es imperativo conocer y denunciar las irregularidades y padecimientos con los que han de lidiar los venezolanos para surtir combustible, esto debe inscribirse en un marco más amplio, pues la crisis energética es mundial. 

A modo de contexto relató que, en las últimas semanas, el precio del petróleo –y, en general, de todos los combustibles– registra los valores más elevados en más de tres años. Este lunes 25 de octubre, el precio del Brent del Mar del Norte, que es el más caro del mundo, alcanzó los 86,43 dólares por barril.  

Adicionalmente, apuntó que analistas estiman que este último ascenso está relacionado con la advertencia de Arabia Saudí a la OPEP+ relacionada con la regularidad en el suministro de petróleo en el mundo, en las vísperas del invierno boreal y, entretanto, el precio del West Texas Intermediate (WTI) registra su cotización más alta desde 2014, alcanzando los 84,76 dólares por barril.  

Expertos consultados por Pérez Pirela para la preparación del programa precisan que este alza en los precios, que es derivado de un déficit en la producción petrolera, está directamente relacionado con las sanciones de Occidente, particularmente de Estados Unidos, sobre grandes productores como Irán o Venezuela.  

En el mismo orden, refirió que la Agencia Internacional de Energía estima en los próximos meses harán falta unos 700.000 barriles diarios de crudo, que podrían suplirse perfectamente, si Washington decidiera, por ejemplo, levantar las medidas coercitivas unilaterales en contra de Teherán.  

Para añadir todavía más problemas, las presiones que ha ejercido Estados Unidos para torpedear la entrada en funcionamiento del gasoducto Nord Stream 2, capaz de proporcionar gas natural en ruta expedita desde Rusia hasta Alemania y desde allí hacia otros países de Europa, han tenido su impacto en la cotización de los precios del gas doméstico, sintetizó el experto.  

Con respecto a las posiciones oficiales, el comunicador relató que desde Washington han acusado a Moscú de usar la energía como un «arma política». Como respuesta, desde el Kremlin han negado la especie y ha ratificado su compromiso en la mitigación de los efectos de la crisis, que serán particularmente notorios en el invierno.  

También comentó que paralelamente, desde Bruselas se rechaza el gasoducto y el uso de energías fósiles en favor de energías «verdes», pero no se ofrece ninguna solución ni a corto ni mediano plazo ante el acuciante problema, puesto que, a pesar de la declaración de intenciones de la Unión Europea para abandonar los combustibles fósiles, lo cierto es que ningún país está preparado para hacerlo en el futuro cercano.  

Destacó, asimismo, que la pandemia trajo modificaciones en la demanda y déficit en las reservas de gas, por lo que, en juicio de los entendidos, la crisis actual es global y no puede atribuirse a la acción concreta de un país o un bloque.   

Sin embargo, advirtió que, pese al carácter mundial de la crisis energética, esto no quiere decir que la política de presiones a gran escala avanzada desde la Casa Blanca no haya tenido ningún efecto.  

A su juicio, el interés real tras la incesante aplicación de sanciones, es evitar que el bloque de los 27 se independice de su aliado transatlántico política, militar y energéticamente, al establecer alianzas estratégicas estrechas con naciones como Rusia o China, incluso a pesar de acuerdos como el AUKUS, que han sido asumidos por Bruselas como desleales.  

Especulación y oligopolios de la energía determinan los precios 

Para Pérez Pirela, un análisis sobre la crisis de la energía en el mundo estaría incompleto si no se consideran las causas que han convergido para ocasionar el alza en los precios de todas las fuentes de energía.   

Para ello indicó que, a lo antes dicho, se añade que Estados Unidos ha preferido vender su gas licuado a clientes asiáticos en virtud de la prontitud del pago. Ante esto, intermediarios han aprovechado la ocasión para especular, de manera tal que el gas que llega a Europa es sensiblemente más caro. 

También, destacó, a la ecuación se suman la incapacidad de las energías verdes para satisfacer la demanda de la UE, los impuestos sobre las energías menos limpias y el cierre de plantas nucleares, destacó.  

Para aclarar la manera como se fijan las tarifas de la energía en Europa, explicó que estas vienen dadas por el precio de la más costosa –en este momento, el gas–, por lo que en estas circunstancias resulta inevitable que los consumidores sean pechados por causa del injusto esquema.  

Desde su punto de vista, se trata de una reacción en cadena que afecta a todas las fuentes. Así, mencionó a título de ilustración, en agosto de 2021, cuando la demanda energética creció por causa de abrasador verano europeo, el precio del carbón, fuente considerada como poco amigable con el ambiente, computó su precio más alto en una década. 

En todo caso, dijo para cerrar esta sección, expertos opinan que uno de los problemas de fondo parece radicar en el cumplimiento de las metas que se ha propuesto la Unión Europea para reducir drásticamente las emisiones de carbono antes de 2030.  

La crisis que hace temblar a países en todo el mundo 

Pérez Pirela comentó que, al margen de Bruselas, la preocupación crece en países del centro de Europa como Serbia, cuyo presidente, Aleksandar Vucic pidió a Rusia precios especiales porque la nación no podría pagar 790 e incluso 510 dólares por 1.000 metros cúbicos de gas natural.  

Esta situación, indicó, no es exclusiva de Europa, pues al otro lado del Atlántico, se espera que los estadounidenses deban destinar más dinero para sufragar gastos asociados al pago de energía durante los meses del otoño y el invierno, particularmente en gas propano y gasoil para la calefacción.  

De regreso a Europa, relató que en Reino Unido, que es productor de crudo y de gas natural, las cosas no marchan mejor, pues a los altos precios del combustible en el mercado internacional se suma la crisis tras su salida de la Unión Europea.  

Desde hace meses, recordó el analista político, el país padece de dificultades crecientes para abastecimiento de combustible y suministros derivada de una escasez de camioneros, pues la mayor parte de quienes desempeñaban ese oficio procedían de otras naciones, particularmente del este de Europa y se marcharon con el Brexit.  

A su parecer, las medidas tomadas por el primer ministro Boris Johnson, no han sido suficientes para superar los problemas de distribución, que según expertos, se prolongarán durante varios meses y empeorarán con la llegada de la temporada navideña.  

«Insisto con esto y no quiero ser pájaro de mal agüero: la temporada navideña para los países del Norte del mundo va a ser dura», enfatizó.  

En todo caso, entre la población crece el malestar y la indignación contra la inoperancia del gobernante conservador. Desde mediados de septiembre, imágenes de anaqueles vacíos y personas golpeándose entre sí en las colas de las estaciones de servicio, le han dado la vuelta al mundo.  

A esta altura, subrayó, está suficientemente claro que esta situación se agudiza todavía más con la crisis del gas en Europa, que afecta también el precio de la electricidad y matizó que, si bien se trata de un asunto común a la Unión Europea, España ha sido con diferencia el país más golpeado.  

A este respecto, puntualizó que, desde principios de año, el precio del megavatio hora se ha incrementado sostenidamente, no solo muy por encima del costo estimado en naciones comunitarias como Francia o Alemania, sino que se han superado los históricos del país.   

Esto ha obligado al gobierno de Pedro Sánchez a solicitar a Bruselas la modificación del esquema de precios, cuyo encarecimiento depende en buena parte del precio del dióxido de carbono –CO2– en el mercado internacional.  

«España, como parte de Europa del sur, no logra siquiera pagar su electricidad (…)» y frente a eso, el gobierno culpa a Rusia y a China.  

Aunque es cierto que los precios de la energía en Europa están atados al precio de los combustibles fósiles, mucho más costosos que las energías renovables debido a lo contaminantes que son, en sus alegaciones el gobierno español dejó por fuera la posibilidad de nacionalizar las empresas de energía y, con ello, avanzar una política energética soberana que demanda parte del pueblo español.  

Justo por eso, Madrid no ha admitido que la crisis energética actual es consecuencia de una combinación complicada de factores y particularmente de la puesta en obra del paradigma verde, sino que ha culpado a Rusia y a China de lo sucedido.  

Para Pérez Pirela, en cualquier caso, las perspectivas no son auspiciosas. En España, Sánchez ha intentado implementar medidas como la reducción del impuesto asociado a la electricidad, en Alemania el gobierno ha advertido a la ciudadanía sobre la posibilidad de que ocurran apagones durante el invierno y en Reino Unido, voceros aseguran que la situación está «fuera de control».  

En su criterio, la situación impone que la Unión Europea revise integralmente sus políticas energéticas, pero no advierte signos de que Bruselas tenga la disposición de hacerlo.  

Cruzando nuevamente el Atlántico, refirió que, en América Latina, el modelo neoliberal que implicó la privatización de las empresas de energía, ha puesto contra las cuerdas a los ciudadanos de países como México, Perú, Brasil o Chile, que, como sus pares europeos, ven crecer las facturas eléctricas o del gas desmedidamente.  

En el caso de México y Perú, los gobiernos han tratado, hasta ahora sin éxito, de poner coto a las ganancias de las empresas, de frenar los precios y de proteger los intereses del Estado.  

Precisó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tras un extenso apagón en el norte del país causado por una tormenta invernal en el sur de Estados Unidos a inicios de febrero, discute en el Congreso una reforma que regule la operación de las empresas de energía, sobre las que además pesan denuncias de fraude fiscal.  

En Perú, cuando el entonces jefe de gabinete, Guido Bellido Ugarte, propuso la renegociación de las condiciones en las que opera una compañía distribuidora de gas y avanzó la posibilidad de una nacionalización, el incidente culminó con su salida del gobierno de Pedro Castillo, comentó.  

Además, puntualizó que en Brasil, el panorama tampoco es alentador, pues las severas sequías que azotan al país –las peores en 20 años, en decir de expertos– han supuesto una caída drástica de su capacidad de producción de energía hidroeléctrica que le ha obligado a importar 645.000 toneladas de gas natural procedente de Argentina y a imponer racionamientos eléctricos, al tiempo que analistas ya vaticinan apagones en los próximos meses. 

Lo que es todavía peor, expertos proyectan que esta crisis energética que ha golpeado con mayor dureza a Brasil y Chile, se traduzca en un incremento generalizado de precios, que podría ser peor en Chile, dada la crisis política que atraviesa ese país, destacó el comunicador.  

Para mostrar todavía más enfáticamente el carácter global de la crisis de la energía, señaló que, a la fecha, incluso en China se han registrado apagones masivos por déficit en el suministro de carbón, un efecto colateral derivado de las tensiones con Australia y frente a esto, Beijing ha respondido comprando todo el gas natural posible, lo que lo ha convertido en el mayor importador de ese recurso.  

Lo antes dicho, aseguró, ha impactado el precio del crudo a nivel mundial, que en un año ha duplicado el precio, pasando de un promedio de 40 dólares por barril en 2020 a 80 dólares en 2021.  

(LaIguana.TV)