Una mujer de la localidad argentina de Esperanza se ha convertido en la segunda persona de la historia en dejar de presentar síntomas del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) a pesar de no recibir el tratamiento.

La paciente de Esperanza fue diagnosticada con el VIH en marzo de 2013. Sin embargo, a pesar de su diagnóstico, solo tomó medicamentos antirretrovirales en los años 2019 y 2020, durante el embarazo. Para sorpresa de todos, luego de dar a luz a un bebé VIH negativo, la mujer se sometió a una prueba que demostró que ya no tenía rastros de la actividad viral en sus células. Al mismo tiempo, tenía anticuerpos, algo que significa que de hecho todavía sigue siendo VIH positiva.

El caso sorprendió a un equipo internacional de investigadores que afirma que por razones desconocidas, la argentina «ha conseguido una eliminación completa de todos los provirus VIH-1 capaces de replicarse durante la infección natural».

Los autores del estudio explican que a diferencia de otros pacientes capaces de mantener el virus bajo control sin medicamentos antirretrovirales, los denominados controladores de élite que constituyen alrededor del 0,5% de los infectados, la argentina no tiene ningún rastro detectable del virus.

«Me encanta estar sana. Tengo una familia sana. No tengo que tomar medicamentos y vivo como si nada hubiera pasado. Esto ya es un privilegio», cuenta la mujer a la cadena NBC.

Los científicos califican el caso de «una maravilla». Ahora tienen previsto determinar qué mecanismos podrían haber sido responsables de esta respuesta inmunitaria anómala.

«¿Podría significar que nuestra paciente ha desarrollado una especie de medicamento esterilizante durante una infección? Sugerimos que podría ser así, pero es imposible de probarlo», subrayan.

Si bien los investigadores admiten que los conceptos científicos no pueden ser empíricamente probados, sino solo refutados, califican el caso de una gran victoria y se muestran convencidos de que podría contribuir a ampliar los límites de los estudios del VIH.

«Esto significa que podría haber más personas como ella», declara la principal autora del estudio, Natalia Laufer, de la Universidad de Buenos Aires.

La paciente de Esperanza es la segunda persona en curarse del VIH sin someterse a tratamiento. En 2020, Loreen Willenberg, de San Francisco, diagnosticada con el virus en 1992, también logró suprimirlo sin la ayuda de medicamentos.

Alrededor de 38 millones de personas viven con el VIH en el mundo, pero tan solo el 62% de ellos sigue una terapia antirretroviral. Hasta ahora, solo dos personas se habían curado del virus. Ambas se sometieron a un trasplante de médula ósea.

(Sputnik)