El doctor en Filosofía Política Miguel Ángel Pérez Pirela hizo un análisis de las elecciones regionales que tuvieron lugar en Venezuela el pasado domingo 21 de noviembre. Si bien es cierto que el mapa «teñido de rojo» da un triunfo evidente al chavismo, no refleja de manera fidedigna la realidad política del país. 

De estas megaelecciones, antes que todo, surgen partidos emergentes que nos hacen pensar en lo que repitió en muchos momentos Hugo Chávez: tiene que nacer una oposición democrática, plural, que no sea una especie de círculo que excluye a quienes no pertenecen al G4.  

Algunos analistas, criticó Perez Pirela, tratan de dar un peso mayor a la abstención, lo cual -a su juicio- es un error, puesto que no se puede comparar una elección estadal con una presidencial, pues sería falsario. En todo caso, si se quiere hacer dicha comparación, se puede hacer con países en que el mismo día (21 de noviembre) se realizaron elecciones presidenciales. En Chile, por ejemplo, la abstención está casi al mismo nivel, siendo en Chile comicios presidenciales que en un sistema que no es primario, pasaron los candidatos a segunda vuelta. A Chile, recordó Pérez Pirela, sí lo felicitó la Unión Europea y otros organismos de la llamada Comunidad Internacional.  

No cabe duda, advirtió el comunicador, que el chavismo se convierte en la más grande de las minorías, puesto que el factor preponderante en la realidad política venezolana es la despolitización. Este es un fenómeno estructural, a diferencia de la abstención que es un fenómeno coyuntural.  

Uno de los grandes legados de Chávez en este país, recordó Pérez Pirela, es el fenómeno de la politización. En un análisis histórico, dijo que la sociedad venezolana en los años 90 había sido despolitizada y Chávez la repolitizó y fundó una república con una nueva Constitución, donde no se habla ya de una democracia representativa, sino participativa y protagónica.  

Chavistas, independientes y opositores iban a votar -entonces- y eso marcó la aprobación de la Constituyente. A partir de ese momento comienza el periodo de politización, que ha venido mermando con la partida física de Chávez, no solo en votos del chavismo sino en participación de la sociedad toda.  

En estas elecciones no hubo una abstención preocupante, resaltó Pérez Pirela, puesto que los índices de participación se mantienen en los márgenes estadísticos de este tipo de evento, «pero en términos estructurales sí debemos preocuparnos porque cada vez más los venezolanos se están yendo a territorios de la no-política, congregando a chavistas y opositores descontentos, con los llamados ni-ni».  

Hay una parte mayoritaria, ahora, que en las últimas elecciones que se han venido dando no está participando: no señalar esto sería una equivocación, porque ahora la ocasión fundamental de todas las fuerzas políticas es ir a buscar a esa población que se aleja paulatinamente, pero de manera sistemática, de la construcción de la república.  

Se refirió, en este sentido, a la Venezuela de las provincias que en muchos casos están clamando servicios públicos que funcionen: agua, electricidad, gas. «Para nadie es un secreto que muchos venezolanos se levantan muy temprano a buscar una bombona de gas que nunca llega». La deuda, refirió, es con los venezolanos, y no se puede la política esconder detrás de las sanciones y el bloqueo económico.  

La economía de los bodegones, fustigó, es la economía de los puertos, de la importación, que en Caracas tiene un auge, y resalta el desequilibrio entre las políticas portuarias económicas y la de las provincias, que no tienen siquiera, en muchos casos, los servicios básicos.  

«Este fenómeno de la despolitización es algo que se debe tratar desde el patriotismo, porque por ahí se nos puede ir la patria», acusó el filósofo.  

Matemáticamente, dijo Pérez Pirela, no es un triunfo hablar de 3.719.673 votos para el chavismo. La oposición perdió plazas importantísimas como Caracas y Lara por un divisionismo tonto, pero si en lo venidero fuesen unidos, ¿qué pasaría entonces con lo que ha construido la revolución? 

Este análisis nos lleva a encender las alarmas, advirtió. Ganar la gran mayoría de las gobernaciones por parte del chavismo es una buena noticia para la estabilidad del país, que da la paz a Venezuela a mediano o corto plazo, sin embargo, los datos deben ser llevados a un nivel más profundo para entender cuál es la realidad que va más allá de una campaña electoral.   

Los partidos políticos se han desvirtuado y se han convertido en meras plataformas y máquinas electorales, «si queremos interpretar, podría verse al PSUV como la más grande máquina para ganar elecciones, pero no para ir a rescatar a compatriotas que tienen dificultades del día a día. La ideología llega hasta un cierto punto, y no todo puede solucionarse con ideología», dijo, parafraseando al político boliviano García Linera.   

El pueblo venezolano está pidiendo respuestas concretas. Así, los partidos que presentan soluciones rápidas a los problemas cotidianos, se han alzado en estas elecciones.  

«No podemos explicar todo desde un discurso macro referido al imperialismo, al bloqueo y al robo de las empresas», lo cual no niega su existencia; pero en la actualidad, el pueblo venezolano esta pidiendo mejor gerencia.  

En el Zulia, el análisis se basa en que Omar Prieto (candidato por el PSUV a la reelección), es una figura débil que llegó a la gobernación en el período que acaba de concluir por la ausencia de voluntad política de la oposición, una vez que Arias Cárdenas (candidato del chavismo en las elecciones anteriores) perdiera frente a Tomás Guanipa (opositor que no quiso juramentarse ante la Asamblea Nacional). Maracaibo, capital del estado que también quedó en manos de la oposición este 21 de noviembre, es el ejemplo de una ciudad sin luz, sin agua y servicios sanitarios. Omar Prieto (a la gobernación) y Willi Casanova (candidato a la reelección de la alcaldía de Maracaibo por el PSUV) se lanzaron contra figuras como Manuel Rosales (gobernador recién electo) que tiene un prontuario extenso de intentos sediciosos y corrupción, y son aún tan débiles que no pudieron siquiera evitar que una entidad tan importante quedara para la oposición. «Ambos casos -concluyó- eran crónica de una muerte anunciada».  

Como aspecto positivo del PSUV, Pérez Pirela celebró las elecciones primarias del partido, como ejercicio grandioso de la democracia y una excelente estrategia para el triunfo del chavismo, por la cohesión de cara a las candidaturas.  

Luego de analizar los datos estadísticos de la participación, de las declaraciones de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea, el Ceela, Parlasur, y otras reacciones internacionales de políticos, gobiernos y la prensa, Pérez Pirela felicitó al pueblo venezolano y reconoció la gran victoria del presidente Nicolás Maduro, que ante un acto electoral hizo que los veedores internacionales reconocieran la institucionalidad en Venezuela y obviaran ya la farsa del supuesto «interinato». Además, con un triunfo arrasador de 20 de las 23 gobernaciones para el partido de gobierno. 

Para concluir, acotó que en comentarios con Oscar Shemel, director de la encuestadora Hinterlaces, supo que en los últimos estudios de terreno cerca de un 56% de los venezolanos no quieren saber de referéndum ni diatribas políticas, refiriéndose a la posibilidad de un revocatorio presidencial en el 2022. Así las cosas, dijo que en las encuestas el pueblo declaró preferir esperar a las siguientes elecciones presidenciales, en el 2024.  

(LaIguana.TV)