La nueva variante de la covid-19, identificada por el momento solo en Botswana, Sudáfrica y Hong Kong, preocupa a los expertos por su gran cantidad de mutaciones: 32. La bautizada como B.1.1.529 tiene este número de mutaciones, concretamente, en la proteína espiga.

Esta proteína es la encargada de infectar las células humanas y que, por lo tanto, el virus prospere en el organismo. Esta proteína es, además, hacia la que se dirige el efecto de las vacunas.

Por eso, el virólogo del Imperial Department of Infectious Disease (Inglaterra), Tom Peackock, ha calificado esta mutación en la proteína como «horrenda», y ha añadido que «cabe suponer que esto sería peor antigenéticamente que cualquier otra cosa», precisamente por la posibilidad de que esta variante escape a las actuales vacunas y a los anticuerpos ya generados contra el virus.

«Es preocupante»

El virólogo Ravi K. Gupta ha dicho, en su cuenta de Twitter, que esta variante «es preocupante, y no había dicho esto desde la variante Delta», siendo esta mutación del linaje de la Alfa.

Ha añadido que «tenemos esta nueva variante como resultado de un fallo en el control de las infecciones y probablemente haya surgido en una sola persona».

Por esta razón, el viróloga ha animado a la gente a vacunarse y a llevar la mascarilla, puesto que «las mutaciones de este virus probablemente tengan un alto nivel de escape de los anticuerpos».

La doctora Meera Chand, directora de la Health Security Agency (Inglaterra), ha dicho sobre esta variante, según recoge The Guardian, que “está en la naturaleza de los virus el mutar a menudo, no es inusual que en un pequeño número de casos aparezcan varias mutaciones nuevas».

También recoge este medio las palabras del director del UCL Genetics Institute, Francois Balloux, que asegura que «no hay razón para preocuparse demasiado, a no ser que empiece a ganar presencia en el futuro cercano». Mientras tanto, el experto cree que esta variante debe ser «controlada y analizada de cerca».

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