La mayoría de las veces, la sobredosis se produce de forma artificial, es decir, cuando las personas se automedican y toman vitaminas sintéticas con la intención de resolver algunos problemas de salud.

«Algunos intentan vencer la fatiga y la irritabilidad con la ayuda de vitaminas, para aumentar la eficacia. Algunas personas las toman de forma profiláctica para evitar los virus. Y así la gente tiene una sobredosis», explicó Solomátina a Vechernaya Moskva.

La especialista cree que actualmente una sobredosis de vitaminas es más común que su deficiencia, aunque existen algunos casos específicos con dietas limitadas que pueden generar escorbuto por el déficit de vitamina C ocasionando sangrado en las encías y la pérdida de dientes.

«Si se consume demasiada vitamina C sintética, puede provocar urticaria y reacciones alérgicas. Si se toma con regularidad, puede provocar cálculos renales. No podrán realizar correctamente su función de limpieza y empezarán a aparecer síntomas de intoxicación», advirtió.

Una sobredosis de vitaminas E, D y A, según la nutricionista, puede provocar una intoxicación, ya que tendría un fuerte impacto en el hígado y puede producir debilidad, fatiga y confusión. En tanto, una sobredosis de vitamina D puede provocar otros problemas.

«También genera problemas con el hígado, náuseas, mareos, destellos en los ojos, confusión de conciencia. Puede causar vómitos y algunas personas pueden sufrir de estreñimiento», señaló.

Si bien durante un embarazo, la misma vitamina D tiene papel importante en la formación del esqueleto del bebé, en caso de ingesta excesiva solo puede causar daños. Mientras que el exceso de vitamina E puede provocar un aborto. Solomátina, recordó que también se debe tener cuidado con la vitamina A.

«Es un antioxidante y protege contra el cáncer, pero una sobredosis puede provocar cáncer. De hecho, en general, esto se aplica a cualquier vitamina, porque de una forma u otra, cada una puede perjudicar a su manera», explicó.

La vitamina K es responsable de la coagulación de la sangre, por lo que en dosis demasiado altas puede provocar sudoración excesiva y fiebre. Según la nutricionista, el hecho de no realizar los análisis antes de tomar las vitaminas provoca efectos adversos.

«No solemos hacernos pruebas para determinar la falta de alguna vitamina porque es bastante caro. Por eso la gente no piensa en ello cuando se siente cansada, tiene problemas de memoria o menos apetito. Simplemente empiezan a tomar vitaminas como medida preventiva. A la larga, puede producirse un desequilibrio en el organismo», apuntó.

Solomátina recomendó que antes de tomar cualquier vitamina es necesario acudir a un especialista porque las vitaminas requieren una atención especial e individual.

«Es necesario saber que existe una carencia de vitaminas y entender por qué se produce. Si una persona come con normalidad y no tiene deficiencia de ningún alimento, es necesario entender por qué no se absorbe una determinada vitamina, encontrar la causa y solo entonces corregirla con la dieta o tomando vitaminas adicionales o utilizando fármacos», concluyó.

(Sputnik)