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El experto forense Vincent di Maio afirma que el pintor neerlandés Vincent van Gogh no se suicidó, tal como lo sostiene la versión popular.

 

El doctor Di Maio considera que el famoso pintor no pudo haberse disparado por el lugar del impacto –la parte izquierda del pecho– y que Van Gogh era diestro.

 

Explica que, si se tratara de un suicidio, «habría habido quemaduras de pólvora en sus manos, hollín, huellas tatuadas de pólvora y piel abrasada alrededor de la entrada».

 

«Nada de esto fue descrito. Esto indica la boca de cañón se encontraba a una distancia de más de uno o dos pies. Con toda probabilidad médica creo que la herida de Van Gogh no fue autoinfligida. En otras palabras, él no se disparó», dijo Di Maio citado por biógrafos de Van Gogh en un artículo para la revista ‘Vanity Fair’.

 

La versión que se conoce y ampliamente difundida es que con 37 años, el reconocido pintor se disparó un tiro en el pecho mientras paseaba por la mismas tierras que acababa de pintar en Campo de trigo con cuervos (julio de 1890), una obra considerada premonitoria del drama que se cernía sobre el artista.

 

(TeleSUR)