Más allá de los comentarios ácidos y jocosos, inclusive en contra de sus propios aliados opositores, y de un desempeño político-administrativo poco resaltante, el dirigente social-demócrata Henry Ramos Allup carga consigo, aunque escondidita, una maleta bien grande de picardías y de mañas cuarto republicanas.
No fue ministro ni presidente de ninguna institución pública importante; no obstante, el eterno parlamentario adeco siempre encabezó, desde el otrora Congreso y ahora insigne Asamblea Nacional, comisiones tracaleras en las que se manejaban sin ningún tipo de escrúpulos grandes cantidades de dinero.
Por ejemplo, hay que destacar que Ramos Allup presidió, en décadas pasadas, la Comisión de Obras Públicas y de Servicios, cargo que le permitió, por un lado, manejar a su antojo grandes fortunas, y por el otro, concretar junto a su suegro oligarca una serie de trampas y de chanchullos.
Recordemos que este dirigente se casó con una de las hijas gemelas de un empresario italiano, un fulano constructor de nombre Franco D’Agostino, dueño de la empresa Dayco Construcciones C.A., quien logró amasar una obscena riqueza durante la era puntofijista.
Esta empresa, cual negocio familiar, se hallaba presente en muchas de las licitaciones de obra civil pública realizadas por los gobiernos de Acción Democrática y de Copei. El señor D’Agostino, gracias a su yerno, siempre ganó estos permisos o se halló a punto de concretarlos.
Pero indaguemos un poco más sobre su perfil y sobre su sombrío proceder político:
En el año 2000 Ramos Allup fue electo diputado por una circunscripción de Caracas. En el año 2005, por órdenes del poder mediático (como él mismo lo ha admitido) y en alianza con los demás partidos de la derecha, no inscribió su candidatura para las elecciones legislativas.
Lo que en un principio se configuraba como una estrategia certera para promover la deslegitimación del Consejo Nacional Electoral (CNE) se convirtió de la noche a la mañana en uno de los peores errores cometidos por la pueril bancada opositora.
Posteriormente, en el año 2008, funda la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) con sus «amigos» de Copei, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Proyecto Venezuela, entre otros.
Fue electo como diputado al Parlamento Latinoamericano (Parlatino) en el año 2010 y desde agosto de 2012 se encuentra a cargo de la vicepresidencia de la devaluada Internacional Socialista.
En la actualidad, el ilustre y persistente Don Henry Ramos Allup se ha postulado, gracias al consenso cupular de sus camaradas, como uno de los candidatos por la parroquia El Recreo (circuito 3) de Caracas; ello para los comicios parlamentarios a realizarse a finales de este año.
«¿Será que la oposición venezolana no tiene generación de relevo?», se preguntan los más ingenuos. «Lo que pasa es que en la oposición, ayer, hoy y mañana, siempre pesarán como plomo los cogollos podridos», deducen los más vivos.
(LaIguana.TV)
