ACET.jpg

El día 14 de julio de 1936 el periodista y escritor venezolano Arturo Uslar Pietri publicó un artículo titulado «Sembrar el petróleo». Mediante el mismo, el distinguido intelectual realizaba una interesante disertación sobre la necesidad de invertir los recursos provenientes de la renta petrolera en los sectores no petroleros de la economía venezolana, ello con el fin de promover el desarrollo integral del país hacia el futuro.

El pasado 6 de junio de 2015 ocurrió un episodio similar al protagonizado por Pietri en aquella época. Durante la emisión del programa «La Hojilla», transmitido a través de la televisora del Estado, una precandidata a las primarias parlamentarias del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) expuso la necesidad de sembrar «maticas de acetaminofén» para solventar la escasez de medicamentos que hoy nos afecta.

Se trata de la precandidata Rona del Valle Gómez, quien, según su perfil en la red social Twitter, se desempeña actualmente como profesora universitaria. Ante el cuestionamiento de Mario Silva (moderador del programa antes citado) sobre qué hacer para superar la ausencia de determinados productos alimenticios y médicos, Gómez sorprendió a la audiencia presente en el Teatro Nacional con dicha respuesta.

Inmediatamente los medios opositores hicieron fiesta con la frase de la precandidata. Las burlas y la saña ponzoñosa de los sectores antichavistas más irracionales no perdieron la oportunidad para descalificarla e insultarla. Nadie en ese bando se detuvo a pensar que quizás, o seguramente, la declaración un tanto precipitada se debió a que la dama en cuestión estaba nerviosa.

Pero más allá de su posible ansiedad, el eje central de su respuesta guarda un sentido simbólico más que coherente. Las «maticas de acetaminofén» que, según Gómez, necesitan ser sembradas en nuestra patria, guardan una estrecha relación con aquel petróleo que, de acuerdo a Pietri, no terminaba de germinar en nuestro suelo.

Sembrar maticas de acetaminofén viene a ser lo mismo que sembrar nuestro petróleo, es decir, sembrar en los venezolanos una sólida cultura productiva. Se trata de cultivar en nosotros mismos conciencia, valores y dinámicas socioeconómicas que trasciendan la dependencia de economías externas y que promuevan el autoabastecimiento, ello con el objetivo imperioso de disminuir la importación de productos esenciales.

Sí, es cierto, vivimos una guerra económica sin precedentes: un sector burgués que acapara o que simplemente no distribuye de forma eficaz, una parte minoritaria del pueblo que contrabandea y que se ha dedicado a robarle a la gran mayoría de ese mismo pueblo, campañas mediáticas globales que promueven la inflación interna y la devaluación de nuestra moneda.

No obstante, es gracias a planteamientos como los formulados por Rona del Valle Gómez (que vistos con agudeza no tienen nada de ingenuos) que podemos entender la verdadera esencia de esta dinámica que nos ha corrompido por décadas. Ella, al igual que Arturo Uslar Pietri, con lógica certera, pudo visualizar sin prejuicios el meollo de todo este asunto.

¡Ojalá algún día la canalla opositora, sin ironías y sin arrogancia, pueda entender esto!

 

(LaIguana.TV)