Los rechazos al gobierno conservador de Boris Johnson llegan a las calles de Glasgow, Escocia. Unas mil personas participaron en la llamada marcha de emergencia, exigiendo la renuncia del premier, afectado por la crisis desatada por las fiestas en Downing Street, mientras estaban vigentes las restricciones por el coronavirus.

Según los activistas, Johnson debería dejar el cargo de primer ministro por violar sus propias leyes e ir de fiesta mientras la gente moría de COVID-19.

Pero eso no es todo. El Movimiento independentista «Todos Bajo Una Pancarta», organizador de estas protestas de Emergencia como le han llamado, denuncia las políticas devastadoras del Gobierno de Johnson para los más pobres.

El Movimiento independentista llama a intensificar la lucha por la independencia, lo que, afirma, pondría fin de una vez al gobierno Tory en Escocia.

Para hacer realidad su anhelo de independencia, el Movimiento llamó al gobierno escocés para que tome medidas parlamentarias urgentes para hacer valer el derecho a la autodeterminación.

Eso en momentos en que el apoyo a la independencia escocesa ha aumentado a medida que continúan surgiendo más acusaciones contra Johnson por sus fiestas celebradas incluso en pleno luto nacional, un día antes del funeral del príncipe Felipe. Hechos que podrían poner fin a la vida política del inquilino del número 10 de Downing Street, quien espera poder sobrepasar la tormenta con la investigación de la funcionaria pública, Sue Gray, que determinará si la celebración de las fiestas infringió la ley.

(HispanTV)