Diana Avendaño Díaz, una mujer venezolana de 31 años con un embarazo de 33 semanas, fue arrastrada a tres cuadras de su vivienda por un alud derivado de las intensas lluvias que azotaron la ciudad de Quito (Ecuador) el pasado 31 de enero, reseña EFE.

Contra todo pronóstico, tanto Avendaño como su bebé sobrevivieron al suceso, que fue calificado por la afectada como un «milagro», pues según los reportes oficiales ese día cayeron en la capital ecuatoriana 75 litros de agua por metro cuadrado, cuando la previsión era de apenas dos.

Esto ocasionó que «una raiada de lodo, piedras y palos» descendiera por la ladera del volcán Pichincha, cubriendo todo a su paso, incluyendo la casa de la venezolana y una cancha en la que se desarrollaba una competencia deportiva «con decenas de participantes y espectadores», precisa la agencia española.

Una fuente del Hospital Carlos Andrade Marín dijo a EFE que Diana Avendaño Díaz y su esposo –cuya identidad y estado de salud no han sido revelados– quedaron tapiados en su vivienda, pero luego el propio alud «le arrastró tres cuadras». Allí fue encontrada por vecinos que ayudaban en labores de rescate, quienes la trasladaron al centro de salud «con una fractura en la mano» y contusiones ocasionadas por el arrastre.

Citando el testimonio de la venezolana, el informante aseguró que las condiciones en las que fue hallada le indujeron a los vecinos a creer que había fallecido, porque aunque era capaz de escucharlos, no era capaz de hablar.

El «bebé está completamente bien. No hubo necesidad de adelantar el parto, la señora tiene 33 semanas y está en controles», agregó la fuente en su conversación con EFE.

Santiago Guarderas, alcalde de Quito, sostuvo que el deslave fue un «fenómeno natural extraordinario», que causó el desbordamiento un embalse de agua construido en el Pichincha para recolectar agua de lluvia.

(LaIguana.TV)