Ned Price, portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos, aseguró este jueves que a pesar de que la administración Biden envió a Caracas una delegación de alto nivel para reunirse con el presidente Nicolás Maduro, la posición de Washington con respecto a Venezuela no ha cambiado.

«No ha habido ningún cambio. Reconocemos a Juan Guaidó como presidente interino», sostuvo Price en un intercambio con la prensa desde la capital estadounidense y agregó que su gobierno continuará respaldando «las aspiraciones democráticas del pueblo venezolano» a través Guaidó, «pero también por otros canales».

Según Price, en la Casa Blanca aspiran que la reactivación de las conversaciones entre el gobierno y el sector extremista de la oposición sean «el mejor mecanismo disponible para restaurar la democracia y el estado de derecho».

Desde el punto de vista estadounidense, esto implica la concreción de las demandas de la así llamada Plataforma Unitaria, que orbitan en torno la realización de elecciones presidenciales fuera del lapso constitucional previsto.

Para concluir, el funcionario calificó como «un paso importante y positivo» el relanzamiento del diálogo anunciado por Maduro algunas jornadas atrás, si bien distintos voceros del gobierno venezolano han precisado que el mandatario no mencionó la reanudación de los encuentros en México, suspendidos desde octubre tras la detención arbitraria del enviado especial de Venezuela, Alex Saab.

De momento, las sanciones seguirán

De otra parte, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, descartó que la liberación por razones humanitarias de dos estadounidenses condenados en Venezuela por cargos de corrupción fuera parte de un trato con Maduro para aliviar las sanciones o comprar crudo, y enfatizó que tampoco implicó el reconocimiento de su presidencia.

«Creo que nuestro compromiso con Maduro, a quien no reconocemos como el líder de Venezuela, pero que está deteniendo a ciudadanos estadounidenses, era traerlos a casa», expresó.

Psaki advirtió a los periodistas que no se enfocaran «en conversaciones sobre el futuro de la importación de petróleo de Estados Unidos desde Venezuela», incluso a pesar de que Washington admitió que «la seguridad energética» había sido uno de los temas discutidos en Caracas.

(LaIguana.TV)