Kiev, dirigido por instructores extranjeros, prepara un nuevo montaje al estilo de Bucha en la localidad de Konstantínovka, de la República Popular de Donetsk, reveló el Ministerio de Defensa ruso refiriéndose a militares presos ucranianos.

El montaje consistiría en que los combatientes ucranianos se hagan pasar por militares rusos, usando el uniforme militar y las cintas blancas que los caracteriza, para disparar a civiles.

El montaje en la localidad de Konstantínovka sería grabado con ayuda de cámaras, supuestamente de los autos que casualmente se encuentran en el lugar de los hechos y las imágenes serían ampliamente difundidas por medios occidentales.

El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una operación militar especial en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.

Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.

Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.

Ucrania rompió las relaciones diplomáticas con Rusia, impuso la ley marcial en todo el territorio nacional, además del toque de queda en Kiev y otras ciudades, decretó la movilización general e instó a la comunidad internacional a activar «todas las sanciones posibles» contra el líder ruso.

Numerosos países, con excepciones como China, condenaron en términos enérgicos la operación militar de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales.

(Sputnik)