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Dylann Roof es un joven de 21 años con antecedentes por drogas y fue detenido horas después de protagonizar la mayor matanza racista en EE.UU. desde 1921.

 

En la noche del miércoles, Dylann entró en una iglesia de Charleston (Carolina del Sur). Durante una hora, asistió al oficio. Luego, se levantó y disparó a todos los presentes. “He venido aquí a matar negros”, gritó. Esa es una frase que conecta con lo más profundo de la mentalidad estadounidense. La obsesión de los blancos de ese país con la supuesta violencia sexual y machista de los negros marca la historia del país.

 

Aunque no existe un registro oficial, la cifra actual es de nueve afroamericanos muertos.

 

Roof logró escapar de las instalaciones de la iglesia Madre Emanuel y la policía, el FBI y otras agencias federales iniciaron la caza al hombre. Carson Cowles, un tío del joven agresor, lo reconoció en las imágenes de vídeo que publicaron las autoridades, en las que se le veía entrando en el templo.

 

El joven, tenía un retrato suyo en las redes sociales vestido con una cazadora con la bandera de la Sudáfrica del apartheid y la de Rhodesia (actual Zimbabue) bordadas. Estos dos regímenes son muy admirados en Estados Unidos por los grupos de odio que promueven la supremacía blanca.

 

El objetivo del agresor no parece haber sido sólo matar. También ha sido aterrorizar. Solo así se explica que dejase escapar a una mujer. “Le perdonó la vida, le dijo: ‘Te voy a salvar, para que cuentes lo que pasó’”, según declaró ayer el presidente de la oficina de Charleston de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, según sus siglas en inglés).

 

En los últimos 10 meses EE.UU. se ha visto sacudido por cada vez más tensiones raciales entre los blancos, que son el 63% de la población, y los negros, que son el 12%.

 

(Noticias 24)