La presidenta de la cadena multiestatal Telesur, Patricia Villegas, opina que si el gobierno recién electo de Gustavo Petro consigue que en Colombia la muerte deje de ser una política de Estado, habrá conseguido un logro descomunal.

Villegas, de nacionalidad colombiana, evaluó junto a Miguel Ángel Pérez Pirela el resultado de la segunda vuelta presidencial en el país vecino, en una emisión del programa Desde donde sea, que se transmite por las plataformas digitales de LaIguana.TV.

Al pronunciarse sobre el factor crucial del triunfo de Petro, no dudó en decir que fue la candidata a vicepresidenta, Francia Márquez, para quien pronosticó un rol protagónico en el nuevo gobierno.

Miguel Ángel Pérez Pirela (MAPP):  Hoy vamos a tener un programa que pensé que nunca iba a hacer en décadas: el triunfo inédito, histórico, rocambolesco de la izquierda en Colombia, el país que se nos quiso vender como panacea por quienes tienen intereses, negocios, bases militares, como es Estados Unidos. Un país dominado por el uribismo, incluso en sus usos y costumbres políticas de los últimos años. ¿Tú te lo esperabas?

Patricia Villegas (PV): Pensé que iba a repetirse esa cosa tan colombiana de que siempre nos faltan cinco centavitos para el peso. Llegué a pensar que ese triunfo, que muchos analistas califican de histórico, no iba a darse y que tendríamos explicaciones racionales para eso: que es un país focalizado por la violencia, dominado por unas élites políticas comprometidas con Estados Unidos que no iban a permitir que eso ocurriera. Ahora hay muchas más preguntas que respuestas sobre cómo será un gobierno de Gustavo Petro, pero eso lo hace más interesante y desafiante.

MAPP: Fue una campaña muy larga, violenta, de dimes y diretes, con juicios, desplazados, asesinados. Todos los colombianos llegaron cansados. ¿Por qué ganó Petro?

PV: Petro ganó por Francia (Márquez). Ella es la clave en esa victoria, es la verdadera outsider de este proceso, representa a los nadies, como ella misma lo ha dicho, y logró que las mujeres que sentían alguna resistencia hacia la candidatura de Petro, por cuestiones simbólicas, pero también por otras reales, votaran por esta candidatura. Le pregunté a una amiga feminista si iban a votar por Petro en la segunda vuelta, porque hace cuatro años no lo hicieron, y me respondió que sí, y que hasta estaban haciendo campaña con un sistema parecido al 1 x 10 de Venezuela porque cada una tenía que intentar conseguir diez votos. Influyó que las posturas del otro candidato eran de franco retroceso para un país mayoritariamente femenino como consecuencia de la guerra. Las mujeres tenemos un rol muy importante en la economía del hogar. En muchos de los hogares de Colombia, la mujer es padre y madre. La figura de Francia logró congregar el voto femenino, que fue muy esquivo para Petro en anteriores procesos. Ella es la cara, además, del estallido social. Ella fue del servicio doméstico, estudió a cuentagotas en la universidad nocturna porque no tenía la plata para pagarla. Es la que se enfrentó a las multinacionales, es la Colombia que no vemos en los noticieros, salvo como víctimas, la Colombia reprimida, asesinada, a la que le sacaron los ojos. Ahora ha llegado al Palacio de Nariño de la mano de esta fórmula que ganó por muchas otras razones, pero en la que la presencia de Francia Márquez fue determinante. Fue un triunfo de los nadies, de los movimientos sociales y la  intelectualidad colombiana que apoyó esta candidatura que marcó el fin de la era de Uribe al menos por estos cuatro años.

MAPP: La campaña de la segunda vuelta fue sanguinaria: mediática, judicial y políticamente. Petro quería un millón de votos más, pero logró más de dos. ¿Qué pasó allí?

PV: Pasaron muchas cosas. Cada una de las tres semanas tiene una caracterización. La primera fue la del ratón o el guayabo. Fue la del triunfo sin victoria después la primera vuelta, la de pensar cómo debía ser la campaña para enfrentar a un adversario que no era el que más le convenía a Petro. Se estimaba que si se sumaba la votación de Rodolfo Hernández con la de llamado Centro (que no es tal, pero se denomina así) con el candidato más formal del uribismo, que era Federico “Fico” Gutiérrez, tenían todas las de ganar. Hubo incluso voces dentro del Pacto Histórico que ya daban todo por perdido, había aires de derrota. A pesar de eso, la campaña supo capitalizar los errores de Hernández, mostrarlo como el Duque 2, el plan C de Uribe, mostrar sus conexiones, evidenciar los procesos de carácter penal y jurídico que tiene pendientes. En la segunda semana, el detalle fue el enfrentamiento de los Petrovideos, que fue la participación política activa de la revista Semana, con una infiltración de la campaña durante meses y meses de conversaciones internas de los cuadros de la campaña, de sus estrategias.

MAPP: Con las “chuzadas”, que llaman en Colombia, una especialidad del uribismo.

PV: Sí, pero se demostró que el país es algo más que Twitter. Yo escribí un comentario al respecto diciendo que el país no cabe en Twitter. El comando del Pacto Histórico había hecho, un trabajo de filigrana, un análisis de los resultados de la primera vuelta para encontrar los lugares donde sí podía crecer la votación de Petro. La derecha decía que había llegado a su techo, que no iba a sacar más votos. Pero ellos identificaron esos lugares y se los distribuyeron entre Petro, Francia y los senadores que son mayoría en la Cámara Alta. Fueron a esos pueblecillos y a las ciudades capitales para llamar a votar a los que antes no votaron. Eso fue lo que ocurrió el domingo. Fue el porcentaje de participación electoral de toda la historia colombiana y Petro consigue más de 2 millones 700 mil votos adicionales a la primer vuelta fundamentalmente allí, en esa mirada del país.

MAPP: Te escucho y tengo la piel de gallina porque estamos hablando de tumbar el mito de que la izquierda tenía un techo en Colombia es un logro de proporciones inimaginables porque se quita un tabú, un chantaje histórico.

PV: Muy probablemente esos nuevos votantes no están tan ideologizados, porque no votaron porque Petro sea de izquierda (de hecho, diría que es de centro-izquierda), pero se conectaron con la posibilidad de cambio, de transformación, han vivido en carne propia el conflicto, a ellos no hay que echarles el cuento de lo que es la guerra. Son gente que ha sido desplazada y luego volvieron al territorio. Lo vimos en imágenes del proceso: indígenas haciendo fila en sus resguardos para votar; hombres y mujeres negros que iban en chalupas, esas embarcaciones que van por los ríos y estuvieron dos y tres días para llegar al puesto de votación. Yo les había comentado en el programa anterior que el sistema electoral colombiano no da oportunidades para que mucha más gente votara porque es de grandes centros y donde no se alarga la jornada electoral después de la hora de cierre. Entonces, los votos nuevos no fueron tanto los ideologizados sino los de gente que vio en Petro y, fundamentalmente, en Francia, la posibilidad de un cambio.

MAPP: Y esto no es reversible porque le agarraron el gusto del voto. Ahora dicen “sí puedo votar y puedo cambiar”.

PV: Sí, yo leía  a alguien en Facebook, que escribió: “¡Ah, así es que se siente ganar!” Y yo lo comprendo porque la otra Colombia, y en eso se me va la vida, fue la que se expresó, la que por primera vez va a entrar al Ejecutivo. No es que no existiera, sino que no se le visibilizaba o solo se le visibilizaba como víctima. Esa Colombia de miles de  jóvenes celebrando en la calles, como si fuera un triunfo de la selección de fútbol…

MAPP: Sin que nadie los reprimiera.

PV: Bueno, nosotros en Telesur, cuando revisamos los escenarios posibles, no nos planteamos la posibilidad de una situación de violencia extrema porque sabíamos que, de perder, Petro no iba a convocar a incendiar el país.

MAPP: Opción a la que sí estaban jugando los medios de la derecha.

PV: Correcto y las ciudades estaban hipermilitarizadas, sobre todo Cali, mi ciudad, que es considerada la cuna de la resistencia.

MAPP: Cali festejó y a lo grande.

PV: Impresionante. Bueno, ese escenario violento no se dio. El perdedor reconoció a Petro; el que dirige el país, Duque, felicitó al ganador; habló Petro y comenzó la celebración. Hay que reconocer que los resultados estuvieron muy rápido, a pesar de todas las críticas previas a la Registraduría. Pero las imágenes de las celebraciones apenas si se vieron algunas. Hoy le pedimos a la gente que mandara las suyas y no sabes lo que nos ha llegado. Yo, a dos días de la elección, me sorprendo de la cantidad de acontecimientos que los medios tradicionales no mostraron. Nosotros, como canal internacional, no tenemos tantos equipos como para cubrir esas manifestaciones, pero hay que calibrar la importancia de esto. Quibdó, que es una zona negra como Barlovento, supremamente golpeada por todos los actores del conflicto armado donde la gente baila al son de la marimba y los tambores, se volcó a cantar y  bailar y eso no pasa con los políticos en Colombia, no es esa la tradición. Hace tiempo no se apreciaba un fervor como este. Claro, que en la misma proporción, es una situación muy compleja de resolver para el nuevo gobierno porque las expectativas son altísimas y las posibilidades reales de cambio son limitadas.

MAPP: Y la oposición que tendrá, nacional e internacionalmente, va a ser muy dura. Eso es de  esperarse. Pero siguiendo con las celebraciones, vimos gente montada en los carteles de tránsito de las autopistas.

PV: Para el programa de YouTube que hago para Telesur, que se llama Los Nadies, entrevisté a un muchacho caleño llamado Steven Ospina que estuvo en la primera línea de la Resistencia y logró encauzar su descontento para participar en la campaña del Pacto Histórico. Él decía que quienes van a tener que acostumbrarse a un nuevo rol son los que han gobernado toda la vida ya ahora estarán en la oposición. Esa ciudad, Cali, que estuvo a la cabeza de la resistencia y puso la mayor cantidad de muertos, se convirtió en el centro de la celebración. La fiesta que vimos en las calles solo las hemos visto antes en las presentaciones del Grupo Niche. Es raro en especial para Venezuela, donde la política está en el ADN y el proceso de transformación es muy activo, pero en Colombia y en otros lugares de Latinoamérica, el neoliberalismo había logrado establecer la idea de que no importa quienes estén en tarjetón porque al final nada cambia.

 

MAPP: ¿Qué pasó la tercera semana, se fueron a las catacumbas del pueblo, como decía Chávez, lo que no es muy espectacular para los medios convencionales?

 

PV: No, porque son grupos de quince o veinte personas en sitios pequeños, no grandes movilizaciones. Yo decía en el programa anterior que la campaña de Petro tenía el reto de conectar con lo emocional porque ya en la parte racional estaba más que consolidada. Tienen un programa de gobierno superdetallado, en el que se especifica qué van a hacer con a, con b, con c, con d.

MAPP: Pero todo en la cabeza, muy poco en el corazón.

PV: Exactamente, mientras el otro candidato era el Rey del TikTok. Entonces hubo una gran controversia sobre el asunto de los debates. Pero, de nuevo, fue más que nada una confrontación en Twitter, mientras en el mundo real estaba pasando otra cosa.

MAPP: Uno de los grandes derrotados es el mito de las redes sociales

PV: Y el de los grandes medios. La campaña no podía poner a Petro a bailar en TikTok porque se iba a ver ridículo, se iba a desdibujar como candidato. Él no se desdibujó, no tuvo que venderle el alma al diablo para lograr el triunfo. Ganó sin desdibujarse, pero sí lograron acercarlo a la gente. Hoy, por ejemplo, ya como presidente electo, apareció comiendo arroz de la olla porque sabe más sabroso. Son mensajes que lo hacen ver como uno más, no del statu quo. Marca diferencia de Duque, que no fue capaz de entender lo que estaba pasando en el país, al punto de que el domingo fue a votar caminando sobre una alfombra roja. A Duque también se le debe parte de este triunfo porque hizo un pésimo gobierno, todo lo posible para que la gente estuviere harta.

MAPP: Encarnó la decadencia a la cual ya había llegado el uribismo. Y la amplia votación le da una legitimidad a Petro que se escapa de vista, ¿no?

PV: Sí porque ese era otro tema que debió enfrentar la opinión pública colombiana durante las tres semanas de campaña: las informaciones de que había un empate técnico.

MAPP: Que abonaba al escenario del fraude.

PV: Sí, volvemos a lo que te decía: que siempre nos faltan los cinco centavitos para el peso.

MAPP: Y los primeros reportes, que fueron los del voto en el exterior, eran favorables a Rodolfo Hernández.

PV: Sí, a nivel general, el Pacto Histórico pierde en los consulados, salvo países como Argentina y Cuba. En el caso de los colombianos en Venezuela, no pudimos votar porque no hay relaciones ni siquiera consulares. La Registraduría montó unos puestos en las zonas fronterizas, pero solo unos pocos pudieron ir, debido a los costos o a que están en condición de refugiados. Ni modo que alguien que haya venido a Venezuela en esa condición fuese a votar un momentico y luego regresar. La mayor parte de esos poquitos que lograron votar, lo hicieron por Rodolfo Hernández

MAPP: En la última edición antes de las elecciones, la revista Semana llegó al nivel pueril, infantil de manipulación al preguntar si usted quiere votar por un exguerrillero o por un ingeniero. Petro les recordó que es economista.

PV: Yo tuve una discusión con un grupo de sociólogos y antropólogos muy queridos porque antes de la primera vuelta las encuestas eran muy favorables a Petro y Semana sacó una portada con él.  Ellos decían “se han rendido ante la evidencia”, pero no, en los medios hay que ser y parecer. Semana, que es propiedad de uno de los grupos económicos más fuertes de Colombia, Gilinzki, fue punta de lanza en la campaña contra Petro. En Colombia los medios generan más opinión que credibilidad…

MAPP: Te pido que te explayes en ese punto que es fundamental para entender esto.

PV: Los medios colombianos tradicionales, RCN, Caracol, Semana, El Tiempo vienen en una caída libre de credibilidad desde hace bastante tiempo. Se hizo muy evidente en el estallido social. La gente vio con mucha claridad que no estaban informando y comenzaron a salir pancartas contra ellos. Se coreaban consignas no solo contra Uribe, sino también contra los medios. Empezaron a surgir medios “independientes” de los grandes poderes que se consolidaron como referencias por su cobertura del estallido social. Son igualmente muy antivenezolanos, han comprado el mismo discurso de la debacle económica del socialismo, pero en la lectura interna del país ofrecen otra cosa. Se engancharon con microaudiencias y tienen credibilidad. Los medios grandes se conformaron con crear matrices en contra de la candidatura de Petro y a través de los líderes y generadores de opinión que están a su servicio (periodistas, articulistas, analistas, tanto internos como externos). Eso está aceitado y funciona de una manera extraordinaria. La periodista Vicky Dávila lanza la línea de la matriz de opinión que de inmediato es replicada por todos esos otros actores que no necesariamente son identificados como parte de la revista Semana. Por ejemplo, una cantante como Marbelle (que tiene una canción horrorosa pero superpopular Collar de perlas finas) hace parte de esta cadena de posicionamiento en contra de la candidatura de Petro. Por eso digo que tienen poca credibilidad, pero mucha capacidad para generar opinión.

MAPP: Vicky Dávila salió a defenderla diciendo “no te tienes que ir del país”…

PV: Es lo mismo que ha pasado en Venezuela. No sé para dónde van a terminar yéndose. Vi a una colombiana que vive en Canadá aclarándoles a los que se van a ir por la victoria de Petro que si van para allá van a tener que trabajar muchas horas, sus hijos tendrán que estudiar con el hijo del que barre las calles porque no hay colegios exclusivos para los ricos, como en Colombia.

MAPP: En Venezuela pasó más o menos lo mismo: el colapso de los partidos tradicionales, Acción Democrática y Copei, fue paralelo a la caída de los grandes medios, que utilizaron figuras de la farándula para tratar de salvarse. Pero en Colombia no les alcanzó esta estrategia.

PV: No. Y la clave fue que la gente salió a votar. Ahí está la guinda de la torta.

MAPP: Comienzan los ataques a la moneda, ya vemos el comportamiento del dólar.

PV: Sí, pero resulta que las acciones de Ecopetrol se desplomaron, pero no fueron solamente las de Ecopetrol, sino también las de otras petroleras. Supuestamente el dólar se pegó una disparada, pero el lunes era día feriado bancario en Colombia, así que no había ninguna posibilidad de que el dólar se moviera. Hoy (el martes 21) cuando se abrió no hubo tal desplome. Nadie está vacunado contra la manipulación y las fake news, pero  cada vez hay más gente que busca otras maneras de informarse. Estaba claro que el poder económico se iba a decantar contra Petro y así pasó. Es cierto que los líderes empresariales reconocieron su victoria, pero desde el mismo domingo están diciendo que debe haber claridad y el presidente electo debe dar señales de cómo se manejará la economía. En la radio, que genera mucha opinión en Colombia, amanecieron instando a Petro a decir quién va a ser su ministro de Economía para evitar el nerviosismo en los mercados, para dar seguridad económica.

MAPP: Pero Petro fue muy cuidadoso y diplomático con los empresarios, incluso en el discurso del domingo. Esa fue una estrategia que terminó siendo vencedora.

PV: Sí, se reunió varias veces con los gremios y les dijo que escogieran el camino que quieren tomar, entre el de la justicia social que el país tanto necesita para seguir creciendo, o el abismo que representaba la alternativa que el uribismo dejó para la segunda vuelta.

MAPP: Habló de avanzar hacia el capitalismo, incluso.

PV: Sí porque en su tesis, el uribismo ha impuesto una economía de latifundio, lo que tiene mucho asidero en la realidad porque se basa en la gran hacienda, en la propiedad de la tierra. Por eso él dice que Colombia debe transitar del latifundio al capitalismo, seguir esa ruta histórica porque no hemos llegado aún a ser un país capitalista.

MAPP: Yo lo escuché y pensé que había vuelto a las alturas teóricas porque es una idea muy compleja como para esgrimirla en un discurso de celebración.

PV: Lo cierto es que una de las grandes incógnitas es qué puede esperarse del gobierno de Petro, hasta dónde puede llegar, cómo va a pasar de esas imágenes tan emocionantes de la victoria a la gestión de gobierno. Lo primero que se debe decir es que Petro no es un revolucionario. Ese Petro guerrillero que pintaba la revista Semana existió, es parte de su historia, pero de esa época al hoy ha pasado mucha agua bajo el puente. Él ha tenido  una trayectoria política, ha ocupado cargos de elección popular, fue alcalde de Bogotá. Para los de la algarabía progresista, que todo lo ven en blanco o negro, sin matices, hay que decirles que es un triunfo muy importante porque se derrotó a quienes han gobernado por 200 años y a la mafia uribista que lo ha hecho en los últimos 20. Y cuando digo mafia no es una apreciación simbólica, un calificativo. Está estudiando lo que ha significado el uribismo en la estructura del Estado colombiano. Pero hay que tener muy claro que el Pacto Histórico no tiene planteado hacer una revolución en Colombia, como sí se lo planteó Hugo Chávez en su momento, como antes se lo planteó Fidel en Cuba y después Rafael Correa o Evo Morales.

MAPP: Es más cercano a López Obrador.

PV: Es más cercano a la socialdemocracia. A diferencia del proceso chileno, Petro llega con una coalición, con un conglomerado de intereses que se unen en el antiuribismo. Encuentran que hay una parte del electorado colombiano decidida a salir del uribismo y eso implica un montón de intereses, un grupo muy variopinto.  Por eso intuyo que habrá ministros del establecimiento, que se van a reflotar nombres de la estructura de los partidos tradicionales. Habló de la otra orilla, lo cual es muy inteligente porque es la gente que ha gobernado por 200 años y están en la estructura del Estado. Por otro lado están los militares. Durante todo el tiempo previo no es que no han sido beligerantes, pero Colombia tiene esas cosas de ser y de parecer. Siempre han tomado partido y han sido el brazo que ejecutó la política de Seguridad Democrática que, según las investigaciones, mató a cientos de miles de personas, por cuenta propia o porque armaron a civiles. Entonces, el escenario para ese nuevo gobierno no es color de rosa, es muy complejo. Es cierto que tiene un apoyo popular excepcional, pero también lo es que se enfrenta a unas estructuras de poder muy enquistadas y necesitará tiempo para poder hacer allí algunas transformaciones. Esa es parte de sus grandes desafíos porque las expectativas y necesidades de los colombianos son muchas. No se puede esperar que Petro se haga el revolucionario, que sea el Petro del M-19.

MAPP: Petro llegó al gobierno, pero ¿llegó al poder?, ¿lo van a dejar gobernar?

PV: Ya anticipábamos, luego de la primera vuelta, que si al uribismo no le salía bien su tercera opción del ingeniero Hernández, tenía una cuarta, que era la de ser oposición con todos esos poderes que Uribe controla. Petro la va a tener muy dura. Él no es Pedro Castillo, quien viene de la provincia, no tiene un partido político fuerte o una coalición que lo respalde, por lo que ha estado muy amarrado. Pero a Petro van a tratar de amarrarlo, que no hagan grandes transformaciones y allí viene una puja muy interesante. Habrá que ver cuáles son las batallas que Petro va a librar para obtener victorias y mostrar resultados. Habrá algunas de que no cambiarán. Por ejemplo, en la relación con Estados Unidos, él habló de una América sin exclusiones, en referencia a la fracasada cumbre sin las Américas de Los Ángeles, pero ya se sabe que en la primera llamada pública fue con Biden. Se habló de relaciones de igualdad y respeto, pero la propia llamada habla de la relación estratégica que se tiene con Estados Unidos.

MAPP: Bueno, los Estados Unidos tienen bases militares allá.

PV: Sí, cada país tiene sus propios tiempos y  cada proceso tiene su ritmo, como decía el comandante Chávez. Esa frase tiene mucho sentido al analizar lo que viene para Colombia. ¿Es un cambio histórico?, sí; ¿había pasado antes?, no; ¿llena de esperanza y expectativa a millones de personas en Colombia y el mundo?, sí; ¿será fácil cambiar la compleja realidad colombiana?, no. Petro es el inicio de lo otro. Yo, como ciudadana colombiana, la gran expectativa que tengo es que la muerte deje de ser una política de Estado. Ya con eso, tenemos otro país. Luego habrá que ver qué hará con la economía, con Estados Unidos y con todo lo demás, pero si se logra este cambio ya habrá cambiado el país. El Estado colombiano es un Estado asesino. Los militares admitieron públicamente que mataron a más de 6 mil colombianos para ascender, para mostrar resultados en una supuesta lucha contra el terrorismo. Pero no es solo eso. El paramilitarismo tuvo su gran expansión durante los gobiernos  de Uribe, pero el Estado colombiano ha convivido con esos grupos, ha sido fundamental en la muerte y desaparición de cientos de miles de ciudadanos a lo largo de la historia. Si se logra crear políticas públicas que eliminen esa condición de actor armado el Estado colombiano, se dará un enorme paso adelante.

MAPP: La sistematización de la violencia de Estado.

PV: Claro, porque los otros actores armados van a seguir en lo suyo. Está el narcotráfico como gran dinamizador de la economía colombiana (porque no es el turismo ni las bellezas naturales) y un factor que se metió en la idiosincrasia del colombiano común. Es por eso que hoy Colombia podría tener como presidente electo al ingeniero, un hombre de casi 80 años que apareció bailando con muchachas semidesnudas en un yate y eso no genera estupor, sino aplausos.

MAPP: Si hubiese ganado Hernández, en un año se habría desatado una guerra civil.

PV: Exacto. Y es que en estos cuatro años de Duque, volvimos a los niveles de violencia de los peores años de la guerra y las masacres. El mismo día de las elecciones hubo enfrentamientos armados y cayeron dos activistas del Pacto Histórico en el Pacífico, en una zona negra que es corredor de la droga hacia Panamá. Por eso la portada de Semana, la del exguerrillero o el ingeniero, era tan guerrerista. Todavía el país no procesa que alguien que haya estado alzado en armas llegue al Ejecutivo. Hoy pasó algo muy importante en la Jurisdicción Especial para la Paz, cuando los excomandantes guerrilleros, incluyendo a Timochenko, se sentaron ante el país y reconocieron el crimen de la retención, del secuestro como arma de guerra y le pidieron perdón al país. Eso refleja lo terrible que ha sido la guerra para Colombia. Pero hay que decir que en esa guerra, no solamente secuestró la guerrilla y no solamente secuestraron los paramilitares, sino también el Estado. Y ese Estado es el que puede cambiar ahora. Después de que respetemos la vida, podemos discutir del resto de cosas.

MAPP: ¿Tiene futuro el uribismo luego de esta cachetada histórica? ¿Quién va a asumir el liderazgo opositor dentro del uribismo?

PV: No lo tienen muy claro. Lo que saben es que será una oposición férrea, que ya la están haciendo. Tienen una representación importante en el Congreso de la República. Tienen votos y sectores económicos alineados con su forma de ver el país. Por eso el uribismo está derrotado, pero no enterrado.

MAPP: ¿Sería un acto de ingenuidad pensar eso?

PV: Sí. Es algo parecido a lo de Trump y Biden. Es aterrador lo que sigue representando Trump pese a que lo derrotó Biden. El uribismo ha sufrido su primera gran derrota en 20 años, lo cual no es algo menor. El futuro dependerá de qué tanto logre el nuevo gobierno cambiar las condiciones de vida de los colombianos. Uribe ha jugado en la sombra y seguirá así porque dejó de ser el muñequito de la foto, ya nadie quiere aparecer con él. Es un hombre con mucha inteligencia y capacidad y no es recomendable menospreciarlo. La vocería tal vez la asuman las congresistas que han destacado últimamente, como María Fernanda Cabal, pero aún no son mujeres de alcance nacional, sino más de medios y redes sociales. Ella está ligada al mundo de la ganadería, el latifundismo y los paramilitares. Pero ella es del Cauca y allí tuvo una gran votación Petro, de allí es también Francia Márquez. Hoy algunos analistas especulaban que Duque podría ser el vocero…

MAPP: ¡Eso sería un suicidio!

PV: Sería una mala elección. Decidir dos veces por Duque no es algo que se espera que Uribe haga. Ya se equivocó en la primera, no va a intentarlo una segunda. Además, Duque está buscando un cargo internacional en el área de las migraciones, para presentar allí sus supuestos éxitos en el trato a los migrantes venezolanos.

MAPP: Pretende seguir viviendo de los venezolanos.

PV: Exacto, porque a diferencia de Uribe, él no es un “grancolombiano” ni un gran trabajador tampoco, no es de los que trabajan 16 o 18 horas diarias. Luego de su pésimo gobierno tendrá que estar guardado por un buen tiempo.

MAPP: Escuché que quería ir a una universidad gringa a dar clases no sé de qué…

PV: Bueno, así funciona este mundo.

MAPP: ¿Podría entrarle a ese grupo el gusanito del divisionismo después de una derrota, como ha ocurrido en Venezuela?

PV: Los partidos políticos están muy desdibujados porque llevan 20 años trabajando con el uribismo. El expresidente Samper le había dicho al expresidente Gaviria que si su candidato perdía, debía entregar las riendas del Partido Liberal. Por cierto, un periodista de Telesur le preguntó al expresidente Samper de qué partido es ahora, y él respondió “ya ni sé”. La gente está pidiendo otras representaciones que no estén contaminadas de lo tradicional. El Nuevo Liberalismo intentó elevar las banderas de Luis Carlos Galán, pero la candidatura de Rodolfo Hernández los enterró. Tendrán que reestructurarse, pero esos partidos tienen una identidad de clase y unas vinculaciones económicas parecidas a las del antichavismo en Venezuela. Rodolfo Hernández va a la Congreso, pero él es un político del interior del país, dicho sea sin demeritar, catapultado como la opción 3 de Uribe, sin alcance nacional real.

MAPP: En Venezuela hemos sido víctimas del uribismo, pues todos los ataques políticos y económicos contra el país han partido de Colombia. Venezuela fue el tema de las campañas colombianas. ¿Qué va a pasar ahora con esta relación tan compleja, teniendo en cuenta que el presidente Petro ha sido crítico en relación al presidente Maduro?

PV: Una cosas son los candidatos y otra son los jefes de Estado. Tenemos que esperar qué pasa con el Petro electo. Siempre dije que había que imitar a López Obrador, el candidato que ha manejado de manera más inteligente la falacia, la caricatura que se ha hecho de Venezuela. Cuando le preguntaban, decía que México tenía demasiados problemas como para sentarse a hablar de Venezuela. Con eso controló a la jauría que lo acosaba con esas preguntas. Hace cuatro años, el tema venezolano fue más utilizado porque estaban mucho más presentes las consecuencias de la agresión contra Venezuela. En esta oportunidad no desapareció, pero estuvo mermado, luego de que en el estallido social, la gente común les reclamó a los medios que dejaran de hablar de Venezuela porque en Colombia estaban peor. Petro intentó no hablar del tema y no lo ha hecho hasta ahora como presidente electo. En cambio, el presidente Maduro y su gobierno han aplaudido el cambio. Con todo lo que desde Colombia se ha hecho contra Venezuela en estos años, podría haber sido más aprensivo, más escueto, pero la generosidad de los venezolanos se puso de manifiesto.

MAPP: Incluso Diosdado Cabello, que es el juguetico preferido de la oligarquía mediática colombiana para hablar mal de Venezuela, dio declaraciones positivas.

PV: Sí, todos se han pronunciado y han dicho que Venezuela está lista para empezar un nuevo momento, un nuevo proceso. Para Venezuela este es su destino. La frontera es casi un tercer país, empobrecida y abandonada durante cuatro años del lado colombiano, en manos del narcotráfico. Sobre eso sí habló el entonces candidato Petro, diciendo que su apuesta es normalizar las relaciones con Venezuela. Hay que esperar a ver qué dice Petro ya como presidente electo.

MAPP: Petro habló de un tren binacional, es decir, un proyecto constructivo. Ya eso es bastante si se considera que siempre nos vienen con proyectos destructivos.

PV: Le decía en estos días a un periodista de Telesur que hay que contar la guerra que hemos sufrido en Venezuela en estos años, en la que lamentablemente los colombianos que ostentan el poder político han tenido el papel protagónico porque el Grupo de Lima debió llamarse Grupo de Bogotá, ya que Duque fue el operador directo de Trump para ese intento de imponer un gobierno no electo en Venezuela.  Ahora esperamos contar historias de paz, de reapertura de la frontera. Para Petro las relaciones exteriores más importantes son la de Estados Unidos y la de Venezuela.

MAPP: Algunos dicen que las figuras del pseudogobierno que han estado estos años en Colombia están haciendo maletas para irse a otra parte. ¿Qué va a pasar con esa gente que hizo de Colombia un nido de desestabilización, de golpes de Estado, de robos, como el de Monómeros?

PV: Yo esperaría, como mucha gente en redes sociales, que Monómeros sea devuelto a su único y verdadero dueño, que es el Estado venezolano. Ese ha sido un robo a plena luz del día. Pero no estoy segura de que ese será el tema número 1 de las nuevas relaciones. Recordemos que Pedro Carmona Estanga vive en Bogotá, da clases en una universidad y no pasa nada. Ese nunca fue un tema importante en las relaciones bilaterales. Al presidente Maduro le preguntaron en Azerbaiyán por Guaidó y respondió, como Nancy Pelosi, “¿quién?”. Entonces, tal vez esa sea la respuesta al tema de Julio Borges y compañía.

MAPP: ¿Qué va a pasar con  los acuerdos de paz?

PV: Son una hoja de ruta, un plan de trabajo, un plan de la nación. Petro ha dicho que hay que aplicarlo. Falta saber en qué términos y tiempos.

MAPP: Ahora mismo está casi muerto.

PV: Totalmente y así lo han reconocido incluso los organismos internacionales. Pero él ha dicho que los va a implementar y la gente votó por eso. Si hay un camino claro es la búsqueda de la paz. Eso se ve geográficamente en el mapa de las elecciones. El centro del país votó a favor del uribismo y la periferia por el cambio. Y resulta que esa periferia es la que más ha sufrido con la guerra. Es la que necesita que esos acuerdos se implementen.

MAPP: Es básico el tema de la propiedad de la tierra y también el del petróleo. Pero requiere acuerdos en el Poder Legislativo que no tiene en estos momentos.

PV: No tiene mayoría, pero tiene una bancada importante. Pero ponle la firma que el primer gabinete de Petro tendrá bastante gente que viene del establecimiento. Él necesita sumar y eso no lo hace menos “el otro”.

MAPP: Recordemos que a Chávez le dieron el golpe de Estado cuando se metió con la propiedad de la tierra y con el petróleo.

PV: Es que vamos a vivir cuatro años de mucha intensidad. No va a ser fácil para Petro ni para el movimiento popular que lo acompaña en la lucha por el principal derecho que tiene toda sociedad, que es el de existir.

MAPP: ¿Francia Márquez tendrá un rol accesorio, simbólico o será fundamental?

PV: Ella nunca sería un accesorio. No la conozco personalmente. Me iba a dar una entrevista, pero no las está concediendo por vía virtual. Me dijo “estoy en Cali y la espero mañana”, pero de momento no puedo ir. Ella no va a ser un accesorio y tratar de que lo fuera sería algo muy torpe de parte de Petro y de su entorno. Como dije al principio, Petro ganó por Francia Márquez. Ella es una mujer del territorio y estará allí. Su sabiduría no es fruto de la Escuela de Derecho de Santiago de Cali en el horario nocturno, es la sabiduría de su abuela, de la gente con la que explotaban el oro en Cauca. Ella va a ser muy importante en el cambio del modo de hacer política y gestión de Estado. Además de vicepresidenta va a ser ministra de Igualdad, lo que no es menor en un país como Colombia. Va a tener un rol en la política internacional porque tiene una figura muy potable para ciertos sectores demócratas.

MAPP: Estuvo en National Geographic, en la portada de Rolling Stone.

PV: Ella es una voz con fuerza propia. Recordemos que ella tenía 800 mil votos propios, que son más o menos los mismos de más que tuvo Petro en segunda vuelta. Ella se gana la nominación en la llave de Petro por su figuración en las primarias. Petro había pensado negociar ese puesto con los liberales, pero ellos prefirieron seguir con el uribismo. Luego Francia le dice a Gaviria que es el padre del neoliberalismo en Colombia y este lo usa como pretexto para no apoyarlos en la segunda vuelta. Ella no pidió permiso para decir eso, lo dijo porque es exactamente así. Colombia es presidencialista, la figura del jefe de Estado es fundamental, pero ella será una voz con personalidad propia, va a ser escuchada y tendrá un rol importante y el gobierno la utilizará para hacer política pública en los territorios.

MAPP: ¿Podría algún día una mujer afrodescendiente como Francia llegar a la presidencia, ya que estamos en onda de optimismo y algarabía?

PV: Habría que ver qué pasa en estos cuatro años. Es claro que empieza la posibilidad de otro período, que no es solo un gobierno, aunque la reelección en Colombia está prohibida. Puede ser el punto de partida de un cambio histórico, del cual Francia podría ser parte porque tiene mucho apoyo, aunque también rechazo. En los grupos de chat se observa mucho racismo y clasismo, propio de una sociedad de castas. Ella será un símbolo de la lucha contra todo eso, está preparada, tiene el acervo, tiene con qué

MAPP: Ya que ella te invitó a Cali, me lleva a preguntarte si ahora podrás volver a Colombia, pues en la primera conversación decías que no podías hacerlo por razones de seguridad.

PV: El domingo hubo un momento en que me conmoví. Fue porque esta es una victoria de los nadies que están en Colombia, de los excluidos de la sociedad colombiana, pero también es un triunfo de los ausentes, de los miles que se quedaron en el camino. Es una oportunidad para Colombia: todo está por escribirse, por pasar, por suceder. Es el momento para avanzar hacia un país mejor, que respete la vida. Pensé en todos los que se quedaron en el camino y, obviamente, de manera muy particular, en mi padre. También pensé en la posibilidad de volver a mi casa, pero mi hijo me reclamó: “No digas así porque parece que esta no fuera tu casa”. En realidad no me voy, soy una más de los millones de colombianos y venezolanos, amo a Venezuela profundamente, este es mi hogar, aquí construí una familia y tengo el motivo de mi lucha, que tiene a Telesur como expresión, pero que es la lucha por la información como un derecho. Mi lugar es estar en una sala de noticias, no hay un lugar no familiar donde sea más feliz que con la adrenalina de una sala de noticias. Claro que quiero volver a oler los espacios de mi universidad, a estar en el comedor de la casa de mi mamá, a comer un chontaduro en las afueras de Imbanaco, de ver la calle Quinta, donde estaba la gente bailando el domingo. Eso que es como el olor de la guayaba verde. Sentí que se abría una oportunidad para mí y para millones que ese día desempolvaron la maleta. Ya tener la esperanza de volver es importante. Una cosa es estar fuera del país  y pensar en volver cuando mejoren las circunstancias económicas, y otra es saber que no se puede regresar porque implicaría un peligro para ti y para los tuyos.  Llamé a mi mamá en medio de la transmisión, algo que nunca hago porque una cobertura como esa es algo muy exigente, pero lo hice para decirle que se abre la posibilidad de volver. Se habla mucho de la migración venezolana, con una cantidad de tergiversaciones, pero no se habla de la migración colombiana en toda la región, que data de hace muchos años no solo por razones económicas sino expulsados por la guerra.

MAPP: Fue  una campaña de décadas, con muchos muertos. Ha costado muchas vidas, gente que se sacrificó para que esto ocurriera. Nos encontramos con un mapa latinoamericano con una mayoría de gobiernos de izquierda, algo impensable hace algunos años.

PV: El domingo, antes de irme de esta oficina, el último meme que vi fue a Bolsonaro agarrándose la cabeza como quien dice “ahora me toca a mí”. Creo que no hay que hacer algarabías progresistas ni meter a los líderes en unos moldes. Las personas no son las que tenemos en nuestro imaginario, no debemos irnos a los maniqueísmos, entender que se trata de procesos complejos.

MAPP: Te agradezco este momento de luz sobre este tema del que eres un referente. Has tenido una postura quijotesca en defensa de tu patria, Colombia. Te mereces este triunfo siendo joven. Como diría el comandante Fidel, que te apreció mucho -igual que te apreciaron Chávez y  Maradona-, la historia te absolverá.

(LaIguana.TV)