El Gobierno de Venezuela no tiene planteado romper las relaciones diplomáticas con Argentina por la retención del avión de este país caribeño en Buenos Aires, dijo a la agencia Sputnik el diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) Jacobo Torres.

«No está planteado romper las relaciones diplomáticas que se acaban de recuperar, se está haciendo el reclamo por razones obvias de la situación irregular del avión secuestrado, eso no tiene otro nombre, y se está exigiendo que se entregue no solo el avión, sino los 19 tripulantes», expresó Torres.

Las relaciones entre Venezuela y Argentina se mantuvieron tensas desde enero de 2019, cuando el exmandatario Mauricio Macri (2015-2019) reconoció al opositor Juan Guaidó, como «presidente encargado» de esa nación caribeña.

No obstante, tres años después, la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) aprobó la designación de Stella Lugo como embajadora de Venezuela en Argentina, como parte de la normalización de las relaciones entre ambos países.

Esto, luego de que el presidente Alberto Fernández expresó su deseo de recuperar los vínculos con Venezuela, tras considerar que es el momento de que este país caribeño avance en el diálogo.

En ese sentido, Argentina designó a Oscar Laborde como su embajador en Caracas.

Por su parte, la portavoz de la presidencia argentina, Gabriela Cerruti, dijo este jueves en una rueda de prensa que los señalamientos de Venezuela por el caso del avión «no implica un incidente diplomático».

Torres, también coordinador de asuntos internacionales de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores, aseguró que su país «agotará» las vías diplomáticas para recuperar el avión.

«Nosotros hemos tenido un Gobierno de diálogo y de paz que es la premisa con la que ha gobernado nuestro compañero Nicolás Maduro, a partir de ahí se van a agotar todas las medidas diplomáticas posibles en términos de garantizar la devolución del avión a Venezuela», comentó.

Conflicto

El avión de la Empresa de Transporte Aerocargo del Sur (Emtrasur), filial de la estatal Conviasa, aterrizó el 6 de junio en territorio argentino donde habría entregado una carga supuestamente compuesta de autopartes de la empresa alemana Volkswagen en Argentina.

Sin embargo, cuando se dispuso a abandonar el territorio argentino el mismo 6 de junio, ninguna empresa les proveyó de combustible por temor a las sanciones a las que podría recurrir EEUU.

El avión Boeing 747­ 3B3, con 14 tripulantes venezolanos y cinco iraníes, fue adquirido a la compañía iraní Mahan Air, esta última fue sancionada por EEUU por sus vínculos con actividades terroristas, según la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).

La aeronave entonces se dirigió a Uruguay el 8 de junio con la intención de cargar combustible para retornar a Venezuela, pero las autoridades uruguayas rechazaron la solicitud de aterrizaje en su territorio y el vuelo tuvo que volver a Ezeiza.

No obstante, el Departamento de Justicia de EEUU transmitió una solicitud a las autoridades argentinas para incautar un avión de carga Boeing 747.

El parlamentario lamentó que el Gobierno de Fernández le siga el juego a EEUU para afectar a su país.

«Esto es una demostración más de que EEUU no va a cesar en su empeño de quebrar la revolución bolivariana. Se está demostrando el carácter despiadado con el que EEUU está tratando de acabar con la revolución bolivariana y lamentablemente hay gobiernos que se suponen son progresistas y soberanos y que le están haciendo el juego a este tipo de medidas de EEUU contra Venezuela», acotó.

Por su parte, el presidente Nicolás Maduro aseguró que el avión era utilizado para el transporte de ayuda humanitaria a los países del Caribe y África, así como era usado para el traslado de medicinas desde China, Rusia y la India hacia su país.

(Sputnik)