Entre tantas cosas que se revelaron y siguen quedando en evidencia en este presente continuo de sanciones contra Rusia y todo lo que se le parezca, destaca en primer término que no se puede confiar en occidente y en sus organismos multilaterales para preservar nuestro dinero. En segundo plano, el accionar de Europa y EE.UU. ante Rusia abrió los ojos y aceleró procesos aunque en resumen lo que hicieron fue propinarle un tiro en el pie a sus propios aliados, al inicio, y ya luego otro, en la cabeza.

La alternativa irresistible para los inversionistas

Lo reconozcan o no, así fue como el Euro cayó por debajo del dólar (y el dólar ya venía medio enfermito), Rusia pidió el pago de su gas en rublos, China e India alertaron que podrían hacer lo mismo con sus productos y monedas nacionales y los BRICS anunciaron que crearán una moneda de reserva internacional.

Esta moneda produciría un sistema de pago paralelo a los sistemas bancarios norteamericanos, totalmente desacoplado del sistema SWIFT, que favorezca las transacciones entre países sancionados y la triangulación de bienes occidentales mediante pagos simples y a costos competitivos.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, invitó a los inversionistas y empresarios a ampliar su mirada, a asistir al Foro Económico Mundial en septiembre y les recordó que occidente aplica políticas macroeconómicas irresponsables como la imprenta (de papel moneda) y la emisión descontrolada, que repercuten negativamente en el bienestar de la población de todos los países.

Un círculo cerrado de energía y alimentos

Pese al shock inicial que generó el bombardeo de sanciones en febrero, algunos analistas lo anticiparon y ya hay evidencia: Rusia, con su enorme patrimonio científico y tecnológico, superará el mal rato de las sanciones occidentales más temprano que tarde y ya tenía las maletas listas para dejar atrás a occidente e irse bien cargadito hacia Asia. Rusia posee el territorio más grande y las mayores reservas mundiales certificadas de la mayor cantidad y variedad de recursos naturales, además sólo ha usado un cuarto de su capacidad militar en Ucrania.

En los hechos, puede que tanto ruido que hace la propaganda de guerra ucraniana es para intentar ocultar que la Unión Europea no tiene con qué sostener tanto envalentonamiento de sus funcionarios. No tiene vastas reservas de hidrocarburos, sus granos son limitados y principalmente transgénicos importados, mientras que, del otro lado, los Brics, con Rusia aportando la segunda letra al acrónimo, cuentan con petróleo, gas, trigo, arroz en abundancia y terrenos muy fértiles de alto rendimiento.

(Naile Manjarrés / LaIguana.TV)