El exministro de Gobierno boliviano Arturo Murillo, de mayor influencia en la gestión de la expresidenta de facto Jeanine Áñez (2019-2020), se declaró culpable de delitos como soborno y lavado de dinero en EEUU, según confirmó este jueves el procurador del Estado, Wilfredo Chávez.

«La Justicia [en la Corte del Distrito Sur de la ciudad de Florida] se pronunció y Arturo Murillo tiene ese estatus que varió, de sindicado a culpable de estos delitos. Es un cambio cualitativo en su estatus jurídico», explicó el funcionario boliviano en conferencia.

En una audiencia posterior se tiene previsto que la Justicia estadounidense le imponga una pena de al menos seis años.

Posteriormente, Chávez dijo que se activará un proceso de extradición para que responda en Bolivia por las masacres de Senkata y Sacaba, en la murieron al menos 27 personas en noviembre de 2019.

«El juez le ha conminado al cumplimiento de ciertas medidas, entre las más importantes está que Arturo Murillo debe entregar cualquier propiedad involucrada en ese delito de conspiración y también tiene que pagar una multa», afirmó.

De acuerdo con la investigación, Murillo recibió sobornos de empresarios extranjeros para asegurar un contrato de 5,6 millones de dólares, para la compra de gas lacrimógeno y equipos no letales para el Estado boliviano.

El exhombre fuerte de Áñez fue detenido en EEUU en 2021.

 

(Sputnik)