La imposición de gobernantes que no fueron refrendados por el voto popular, implementada con éxito en varios países de América Latina, ha mostrado muy rápidamente signos de agotamiento en Perú, donde se agudizó la crisis política tras la destitución de Pedro Castillo y el nombramiento de Dina Boluarte como presidenta. 

El análisis lo hizo el filósofo Miguel Ángel Pérez Pirela en la reciente emisión de Desde Donde Sea, espacio en el que resaltó que, aunque la treta del Congreso recibió el aplauso de Estados Unidos y la OEA, muchos peruanos no parecen estar dispuestos a tolerar otra vacancia presidencial decidida por los diputados.  

Pérez Pirela recordó que desde el mismo 7 de diciembre se registraron manifestaciones en las calles de Lima, en las que se demandaba la disolución del Congreso. Conforme han pasado los días, los reclamos se han extendido por casi todo el país y han aumentado la beligerancia, las exigencias y la represión policial.  

(LaIguana.TV)