El autodenominado «gobierno interino» de Juan Guaidó, que desapareció a finales de diciembre luego de que la mayoría de exdiputados de la anterior legislatura votara en favor de su extinción, «deja una sombra en Venezuela debido a la escasa rendición de cuentas«, reseña EFE.

En el informe periodístico aparecido este martes se sostiene que «nadie sabe cuánto dinero manejó ni en qué lo gastó esta suerte de poder paralelo que contó con el apoyo de potencias extranjeras», pues en cuatro años de ejercicio, Guaidó solo ofreció un balance a finales de 2021 y de forma muy general, pese a que la Constitución venezolana, «que dijo defender, establece que este procedimiento debe efectuarse a principios de cada año».

En el escrito se puntualiza que el grupo de exparlamentarios que insiste en mantener a flote la extinta Asamblea Nacional electa en 2015 fijó un plazo máximo de 45 días para que el defenestrado político rinda cuentas de los recursos que manejó, una demanda que se extiende hacia toda la institucionalidad paralela que se creó desde enero de 2019.

Manejos turbios del dinero venezolano

Giulio Cellini, consultor político entrevistado por EFE a efectos de este trabajo, destacó que el fin del «gobierno interino» era una decisión necesaria que se tomó tardíamente y dejó un saldo negativo en cuanto a la transparencia en el uso de los fondos del Estado venezolano en el exterior.

«Esta administración ha sido opaca, (…) empieza el momento que tanto estábamos esperando de la revisión pormenorizada de todo lo que tiene que ver con lo que ha sido la disposición de los recursos por parte del interinato. Creo que hay que esperar que esto se produzca para analizar y saber quiénes son los principales responsables de la utilización de los mismos», advirtió.

Del mismo modo, Cellini aseveró que si bien el pretendido «gobierno interino» perdió su brújula al fracasar en sus objetivos políticos, se burocratizó e hizo de esa instancia –que, a su juicio, no era «de verdad» un gobierno– un modo de vida que se financió con dinero público.

«Terminó siendo, básicamente, un reducto de un partido político y de unos partidos políticos minoritarios, que hicieron de eso un modus vivendi, hicieron de eso una forma de vida en la cual se sentían cómodos, como si de verdad estuvieran gobernando, y recibían recursos para el mantenimiento de sus estructuras», expresó.

La agencia española recuerda que el pasado mes de septiembre, Guaidó y otros miembros de su equipo comunicaron que habían manejado unos 65 millones de dólares anuales, lo que suma a 227,5 millones entre 2019 y agosto de 2022. Sin embargo, el político «no brindó un desglose detallado por departamentos con cifras absolutas» ni precisó «en qué consistieron las gestiones de la ‘defensa de la democracia’ o la ‘diplomacia por la libertad’, mencionadas en su informe».

Entonces se dijo que la rendición pública y muy parcial de las cuentas se produjo a raíz de la exigencia que le hiciera el «Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela en el exilio», una instancia paraestatal asentada en Estados Unidos sin poder real en el país.

¿Qué pasará con los gastos del «interinato»?

A pesar de haber puesto el último clavo sobre la urna del pretendido gobierno interino, quienes todavía hacen parte del extinto Parlamento de 2015 aprobaron un presupuesto por 52 millones de dólares administrados por el Consejo de Administración y Protección de Activos, otra institución carente de base jurídica con la que se pretende perpetuar el manejo de los activos venezolanos en el extranjero.

De acuerdo con EFE, aunque el monto no se ha desglosado, sí se especificó que debe emplearse para «la defensa y el fortalecimiento del Poder Legislativo nacional y la protección social de sus integrantes», «gastos para la protección y defensa de la democracia», «gastos de funcionamiento del Consejo de Administración y Protección de Activos, de la junta ad hoc del Banco Central de Venezuela y Pdvsa».

Según se desprende de lo anterior, aunque se anunció el fin de la «presidencia encargada», un grueso de la institucionalidad paralela del «interinato» permanecerá y se seguirá financiando con fondos del Estado venezolano, aunque expertos como Cellini recomienden su disolución paulatina.

«En el orden institucional, alguien tiene que responder por esos recursos que están en el extranjero, y si la entidad reconocida por esos países sigue siendo la Asamblea, que se mantenga simbólicamente hasta que, ojalá, en la negociación (entre gobierno y oposición) en México se lleguen a acuerdos, que probablemente pasen por disolver totalmente la Asamblea Nacional de 2015», destacó el consultor político.

(LaIguana.TV)