Este miércoles ha entrado en vigor el decreto del presidente de Rusia, Vladímir Putin, sobre medidas especiales tomadas para contrarrestar el límite a los precios del petróleo ruso impuesto por los países del G7 y la Unión Europea. Según el decreto, se prohíbe vender el crudo cuando los contratos para su entrega estipulen un precio máximo; con lo que las exportaciones por debajo de ese umbral solo pueden realizarse con el permiso del jefe de Estado.

La implementación de las medidas, que estarán en vigor hasta el 1 de julio de 2023, se debe a las acciones «inamistosas y contrarias al derecho internacional» de EEUU y sus aliados, con el fin de proteger los intereses nacionales, explica el documento.

A inicios de diciembre, el G7, la Unión Europea y Australia establecieron un límite de 60 dólares por barril al precio del crudo ruso transportado por mar para supuestamente restringir la principal fuente de ingresos de Moscú sin poner en riesgo la estabilidad del suministro energético mundial, según indicó en ese entonces la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen.

(RT)