Con los 440 millones de dólares previstos en su presupuesto para Colombia, el Gobierno de EEUU busca mantener su influencia en el país suramericano como «una entrada al continente de manera fácil», comentó a Sputnik el politólogo colombiano Felipe Mendoza.

El 9 de marzo el presidente estadounidense, Joe Biden, presentó el proyecto presupuestario de su administración para el periodo 2023-2024, en el que incluyó un total de 444 millones de dólares para acciones en Colombia.

La cifra, destinada a operaciones de cooperación técnico-militar, representa una reducción de 18 millones de dólares en el presupuesto de 2022-2023, aunque continúa dando a Colombia un lugar destacado en la asignación de recursos solicitados al Congreso por la Casa Blanca.

Junto con el monto destinado a Colombia, la Administración Biden incluyó en el presupuesto recursos por 1.430 millones de dólares para Centroamérica y Haití, con el fin de reducir la migración procedente de esa región hacia EEUU, así como al combate de sus causas económicas estructurales.

En una conversación con Sputnik, el politólogo y analista colombiano Felipe Mendoza sostuvo que la cooperación económico-militar que EEUU mantiene con Colombia, al menos desde la creación del Plan Colombia en 1999, se enmarca en un principio de unilateralidad por parte de EEUU.

Para el analista, EEUU decide por sí mismo la aplicación de programas en Colombia cuando el país suramericano se encuentra más centrado en «ciertos puntos de la escena nacional» como implementar y fortalecer los acuerdos de paz. De todas maneras, y aunque el presupuesto sea menor que antes, la reserva de más de 400 millones de dólares para Colombia demuestra que entre Washington y Bogotá «se mantiene una agenda conjunta más allá del interés político y partidista».

«Puede que actualmente no estén tan acordes las relaciones entre ambos, pero sí hay un relacionamiento permanente en doble dirección, que ha generado este tipo de apoyo», advirtió el experto.

De hecho, Colombia continúa siendo el segundo receptor de la cooperación económico-militar estadounidense en el mundo, solo superado por Israel. Para Mendoza, hace tiempo que el dato dejó de ser sorprendente.

«No me sorprende porque la alianza estratégica en temas militares de EEUU y Colombia data de la década de 1940. No me sorprende el valor, me sorprende que se mantenga la presencia de los EEUU porque Colombia representa una cuota inicial bastante grande en los intereses de los EEUU en América Latina y hoy más cuando la ola progresista comienza a tomar fuerzas, con un Gobierno de corte progresista por primera vez en la historia de Colombia», subrayó el analista.

En ese sentido, Mendoza remarcó que «hay cosas más allá del proceso político que Biden necesita cuidar y salvaguardar» y advirtió que entre esos puntos está «la agenda unilateral de los EEUU en Colombia».

Esa agenda, a ojos del experto, es clave en el plan de Washington de «mantener y acrecentar esa dependencia hacia los EEUU».

«No perder pisada ante China»

A pesar de la inversión en operaciones conjuntas de sus fuerzas armadas, Mendoza afirmó que, en el caso de Colombia, «la presencia de los EEUU ha ido migrando de lo militar a lo comercial, al apoyo transversal», en una relación geopolítica internacional que pretende «no perder pisada ante inversiones de China».

«Creo que necesitan tener una presencia en la territorialidad que les permita entrar al continente de una manera fácil, con un aliado que ha tenido históricamente en la región», advirtió.

(Sputnik)