Héctor Constant, representante permanente de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas, criticó este martes el informe sobre la situación de los derechos humanos en el país presentado este martes por el alto comisionado Volker Türk, en el marco del 52º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos del organismo.

«Nos resulta triste que el alto comisionado se vea obligado a hablar de Venezuela amparado en una resolución de esta calaña, la cual hemos rechazado firmemente», dijo el diplomático en su intervención.

Además recordó que el pasado enero, Türk visitó el país con «amplia libertad» para hacer su trabajo, sin que las autoridades le impusieran limitaciones para reunirse con actores sociales pertenecientes a diversos sectores.

Constant destacó que Caracas respondió a los países que impulsaron la aprobación de la nueva resolución sobre Venezuela fue la renovación por dos años de la carta de entendimiento, que sirve para regular la relación entre las partes.

¿Qué dijo el alto comisionado?

Por su lado, en su intervención, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos presentó un panorama sombrío del país, en su decir, signado por severas violaciones a los derechos humanos, miseria y lucha por la supervivencia, en un entorno de precariedad institucionalizada.

«Venezuela continúa enfrentando serios desafíos en materia de derechos humanos en los ámbitos civil, político, económico y social. Conocí personas que me hablaron de su lucha diaria por sobrevivir. Me hablaron de cortes regulares de energía, de la falta de agua corriente, de la falta de disponibilidad de medicinas y alimentos, de cómo se estaban endeudando cada vez más. Y hablaron de los impactos directos en la salud mental de todos estos desafíos, con muchos que sufren de ansiedad y depresión. Según estadísticas de la ONU, hay más de siete millones de personas que necesitan asistencia humanitaria en el país», reza parte de lo expresado por Türk.

De otra parte, aunque valoró positivamente la reforma judicial en marcha y la despenalización de la homosexualidad dentro del Código de Justicia Militar, señaló que se producen detenciones arbitrarias, torturas, femicidios, restricciones a la libertad de prensa, muertes durante operativos de seguridad y discriminación hacia la población LGBTIQ+ que su oficina se está encargando de documentar, aunque no ofreció datos concretos que respaldaran los graves señalamientos.

«La próxima revisión ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer será una oportunidad para que Venezuela alinee sus leyes restrictivas sobre el aborto a las recomendaciones hechas por los mecanismos de derechos humanos y mi Oficina», añadió.

A las críticas se sumó la iniciativa para regular la actividad de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que avanza en la Asamblea Nacional, por considerar que es una amenaza potencial contra los derechos humanos.

«La reciente presentación de un proyecto de ley para regular aún más las ONG ha suscitado serias preocupaciones, que comparto. Presenté observaciones detalladas sobre este tema a las autoridades y reitero mi llamado para que cualquier legislación esté en línea con los estándares internacionales de derechos humanos», dijo al respecto.

También le merecieron atención las protestas ciudadanas por la demanda de mejores salarios y condiciones de vida, así como los reclamos relacionados con la propiedad de la tierra en las zonas rurales.

Tras la descarga, el diplomático admitió que pese a los signos de recuperación económica las medidas coercitivas unilaterales impuestas sobre Venezuela, han golpeado duramente a la población, si bien no dejó de advertir que los incipientes ingresos que están ingresando al país, deberían «tener los derechos humanos en el centro», para lo cual «será clave» «el acceso libre, transparente y equitativo a datos e información de interés público».

«Llamo nuevamente al levantamiento de las sanciones sectoriales que han exacerbado los desafíos preexistentes y profundizado la lucha cotidiana de las personas. En enero, escuché cada vez más voces de preocupación –de actores humanitarios, sociedad civil, servidores públicos, la ONU en el país y autoridades– sobre el impacto que han tenido las sanciones sectoriales.

Finalmente, Türk increpó a «ambas partes» –Gobierno Bolivariano y sectores de la oposición extremista aupados por Washington– a pensar «en qué futuro quieren para Venezuela» y las instó a retomar «las conversaciones políticas en México» con el amparo de la «comunidad internacional», a la que urgió el máximo apoyo para esta iniciativa.

(LaIguana.TV)