La exdiputada Dinorah Figuera, quien pretende fungir como presidenta del Parlamento venezolano desde España con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos, aclaró este domingo que no sucedió a Juan Guaidó como «presidenta interina» del país.

«No soy presidenta interina», respondió en Twitter a un usuario que le demandó precisiones sobre el tema. Y aunque borró el trino, posteriormente contravino en público lo que el autodenominado «Tribunal Supremo de Justicia en el Exilio» –una instancia paraestatal sin poder de decisión en Venezuela– divulgó y que fuera referido por el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, en la sesión del pasado 17 de mayo.

«El 30 de diciembre del 2022 con 72 votos a favor asumimos la culminación del Gobierno Interino y la propuesta de ser presidenta del Parlamento 2023, con tres objetivos 1. Preservación de activos 2. Acompañamiento a la ruta electoral y 3. La defensa de los derechos humanos», sostuvo Figuera.

En su decir, al encabezar los restos de la extinta Asamblea Nacional 2016-2021, se propuso «acompañar una ruta electoral que nos conduzca a un cambio estructural del país, donde haya un gobierno democrático y con libertades en beneficio del pueblo».

Pese a que su período como legisladora venció el 5 de enero de 2021, en la Licencia Nº 42, con la que se abre la puerta para el remate de Citgo, el gobierno de Joe Biden autorizó a Figuera y a otros exparlamentarios para tomar decisiones sobre el futuro la lucrativa refinadora.

Estas maniobras podrían incluir, entre otras posibilidades, renegociaciones con presuntos acreedores, cancelación de contratos y liquidación de activos, lo que supone que la Casa Blanca le atribuyó un estatus semejante al que ostentó Guaidó entre enero de 2019 y diciembre de 2022.

De su lado, el Estado venezolano y Petróleos de Venezuela advirtieron que no reconocerán ningún pacto suscrito por estos exdiputados amparados por Washington, en tanto no son representantes legítimos de la República ni de sus intereses.

(LaIguana.TV)