En un intento de combatir la creciente inflación, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés) ha aplicado los aumentos de tipos de interés más rápidos desde los años ochenta, lo que ha tenido consecuencias imprevistas, con graves efectos secundarios para los bancos.

El repunte de los retiros de dinero de los clientes de los bancos estadounidenses supuso la evacuación de 78.000 millones de dólares de las cuentas bancarias entre el 5 y el 12 de julio, según los últimos datos del sistema de Datos Económicos de la Reserva Federal.

En las mismas circunstancias, Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank se vieron afectados en marzo por una enorme fuga de efectivo. Asimismo, First Republic Bank tuvo que solicitar decenas de miles de millones de dólares a otros bancos para mantenerse a flote.

Las fugas masivas de efectivo se produjeron tras dos semanas de relativa estabilidad, ya que los principales bancos asignaron cantidades sustanciales a terceros para captar nuevos depósitos.

El 1 de marzo, el valor de SVB se acercaba a los 17.000 millones de dólares, con unos 200.000 millones en depósitos de clientes. Su clientela, formada principalmente por empresas de capital riesgo y las empresas en las que invertían, proporcionaba al banco un sólido punto de apoyo en un mercado rentable. La decisión del banco de vender sus bonos del Tesoro depreciados desató el pánico, provocando la retirada abrupta de 40.000 millones de dólares, lo que causó una fuerte caída de las acciones de SVB. Esto llevó a los reguladores a intervenir y asumir el control.

Ya en 2008, el sistema financiero mundial se enfrentó a una crisis similar desencadenada por el desplome del mercado inmobiliario estadounidense.

Esta vez, la subida de los tipos de interés de la Reserva Federal ha vuelto a poner al sistema financiero estadounidense en grave peligro.

«Con la Fed emprendiendo el endurecimiento monetario más agresivo de los últimos 40 años, parecía cuestión de tiempo que algo se rompiera», afirmaron analistas del grupo de servicios financieros Macquarie Securities.

La competencia de las cuentas del mercado monetario, que ofrecen mayores rendimientos, está presionando a los bancos para que intensifiquen su juego.

Jamie Dimon, consejero delegado de JPMorgan Chase, advirtió recientemente a los accionistas sobre la importancia de satisfacer las demandas de tipos más altos en el sector bancario y evitar más pérdidas de depósitos.

«Hay muy poco poder de fijación de precios en la mayor parte de nuestro negocio, y las betas van a subir», dijo.

El Banco de la Reserva Federal informó de que en 2022 se retiraron del sistema bancario depósitos por valor de 742.000 millones de dólares, lo que deja a los bancos estadounidenses con una suma total de 17,28 billones de dólares en depósitos.

(Sputnik)