La fuga de Joaquín Guzmán Loera ocurrió después de las 20:00 horas del sábado, según la versión que dio el gobierno federal la mañana del domingo.
Al notar la ausencia dentro del penal del Altiplano, en Almoloya, Estado de México, se activó la alerta que conllevó a una revisión en la celda y el área de regaderas donde se encontró un túnel que iniciaba con un hueco de forma rectangular de aproximadamente 50 por 50 centímetros y metro y medio de profundidad.
El túnel comunicaba con un conducto vertical de aproximadamente 10 metros de profundidad que mediante una escalera llevaba a un túnel de alrededor de 1.7 metros de altura, con una longitud aproximada de mil 500 metros.
El paso subterráneo contaba con tubería de PVC que presumiblemente era usado para la ventilación, además de tener alumbrado y una motocicleta, que adaptada en rieles servía de mecanismo de tracción utilizado probablemente para extraer la tierra y transportar la maquinaria de perforación.
El pasaje desemboca en un inmueble ubicado en las inmediaciones del penal en la colonia Santa Juanita, mismo que está en obra negra, y donde se localizaron mobiliario, enseres y objetos que probablemente eran utilizados por trabajadores o veladores en el lugar.
Aquí un gráfico de la zona y el referido túnel:
(Aristegui Noticias)
