Los fenómenos anómalos no identificados (FANI, UPA en inglés) existen y «son un evidente peligro para el espacio aéreo de Estados Unidos». Esta es una de las conclusiones a las que llega la NASA en un informe publicado este jueves, en el que analiza el avistamiento de objetos no identificados por parte de innumerables pilotos y militares. En base a los testimonios recopilados durante años, la organización estadounidense tratará de llevar a cabo un análisis minucioso de lo que definen como un «desafío».

«Abordarlo requerirá métodos nuevos y sólidos de adquisición de datos, técnicas de análisis avanzadas, un marco de presentación de informes sistemático y reducir el estigma de la presentación de informes. La NASA, con su amplia experiencia en estos dominios y su reputación global de apertura científica, se encuentra en una excelente posición para contribuir a los estudios», reza el documento, publicado minutos antes de dar una rueda de prensa en directo.

En este sentido y durante la rueda de prensa de la presentación del informe, el administrador de la NASA, Bill Nelson, ha anunciado la creación de un departamento especializado en el estudio de los FANI, que intentará encontrar sentido a las «anomalías en los cielos» que se encuentran frecuentemente. «Estudiaremos las anomalías en los cielos y continuaremos buscando habitabilidad», ha afirmado. Además, Nelson ha negado que el gobierno estadounidense esté siendo poco transparente con los fenómenos que se encuentran y no se pueden identificar y ha insistido en que la NASA no ha hallado «ninguna evidencia de que los UAP tengan un origen extraterrestre».

Así pues, en el documento publicado, en el que se pueden ver imágenes de objetos voladores, la NASA propone retos de cara a futuro y enfoques para abordar el estudio científico de estos fenómenos, históricamente conocidos como OVNIS. «La inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML) han demostrado ser herramientas esenciales para identificar sucesos raros dentro de grandes conjuntos de datos. Estas metodologías, combinadas con la amplia experiencia y conocimientos de la NASA, deberían utilizarse para investigar la naturaleza y los orígenes de los FANI, examinando datos de fuentes como satélites y sistemas de radar», señala la organización, que también reconoce que la tarea no será fácil.

Desde la organización también hacen hincapié en los miles de testimonios recibidos durante décadas, que pueden ser de ayuda para contrastar y estudiar los fenómenos. «Correlacionar las extensas bases de datos de la NASA con las ubicaciones y horas de los eventos reportados sería esencial. Una vez que esté disponible una lista extensa de informes, el panel lo considera un método prometedor para análisis futuros», señala el documento público.

Además, desde la NASA quieren eliminar el estigma que tiene la presentación de informes donde se habla de objetos no identificados. «La percepción negativa que rodea la presentación de informes sobre los FANI plantea un obstáculo para la recopilación de datos sobre estos fenómenos», escribe la Agencia Espacial. «La propia participación de la NASA desempeñará un papel vital en la reducción del estigma, lo que casi con certeza conduce a la pérdida de datos en la actualidad. La confianza pública de larga trayectoria de la NASA, que es esencial para comunicar los hallazgos sobre estos fenómenos a los ciudadanos, es crucial para desestigmatizar los informes», añade.

100.000 testimonios al año

Por otro lado, y ante el estudio de los fenómenos, La Agencia Espacial estadounidense no duda en dejar claro que la existencia de los FANI supone «un evidente peligro para el espacio aéreo del país». «El panel considera que una vía particularmente prometedora para una integración más profunda dentro de un marco sistemático y basado en evidencia para los FANI es el Sistema de informes de seguridad de la aviación (ASRS). Este sistema de informes confidencial y voluntario para pilotos, controladores de tránsito aéreo y otro personal de aviación profesional recibe aproximadamente 100.000 informes por año», explica, aunque la mayoría suelen ser «sucesos ya conocidos». «Aunque inicialmente no se diseñó para la recopilación de avistamientos, aprovecharla proporcionaría una base de datos crítica que sería valiosa para el esfuerzo de todo el gobierno por comprender los FANI», añade en el documento.

La Agencia Espacial estadounidense encargó este estudio con la finalidad de analizar estos fenómenos a través de un enfoque científico para elaborar así una guía que ayude a su comprensión. Un total de 16 expertos de diferentes áreas relacionadas con la investigación de estos avistamientos han sido los encargados de elaborar el análisis.

Dentro de los participantes en el análisis se encuentran el administrador de la NASA, Bill Nelson, la administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas, Nicola Fox, el administrador adjunto de la Dirección de Misiones Científicas, Dan Evans, y el presidente de la Fundación Simons y también del equipo de estudio independiente de UAP de la NASA, David Spergel.

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