El embajador israelí ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, acusó al secretario general de la ONU, António Guterres, de justificar el terrorismo en sus declaraciones sobre la escalada del conflicto palestino-israelí.

Este 24 de octubre, Guterres declaró que los ataques del movimiento palestino Hamás contra Israel «no sucedieron en el vacío» e indicó que el pueblo palestino ha sufrido 56 años de ocupación, agregando que esto no puede justificar los ataques.

«Señor secretario general ha perdido toda moralidad e imparcialidad. Cuando pronuncia estas terribles palabras de que horribles ataques no tuvieron lugar ‘en el vacío’, tolera y justifica el terrorismo», dijo Erdan.

Asimismo, el embajador señaló que Israel tendrá que revisar sus relaciones con los representantes de la organización «que se encuentran en la región».

Además, Erdan llamó a la renuncia inmediata de Guterres.

A su vez, el canciller de Israel, Eli Cohen, publicó en la red social X que no se reunirá con el secretario general de la ONU como estaba previsto.

Según Cohen, no hay lugar para un «enfoque equilibrado» después de que Hamás atacara a Israel el pasado 7 de octubre y el movimiento «debe ser borrado de la faz de la tierra».

En 1947, la Organización de las Naciones Unidas, con la participación activa de la Unión Soviética, dispuso crear dos Estados: Israel y Palestina, pero solo se creó el primero, el cual, aunque declara que acepta el principio de los dos Estados, no ha liberado definitivamente los territorios palestinos.

El 7 de octubre, Hamás lanzó miles de misiles desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro del Estado judío, Benjamín Netanyahu, declaró que el país «está en guerra».

En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, el ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos sobre Gaza y está preparando una ofensiva terrestre.

Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin provisiones básicas, si bien el día 16 reinició el suministro de agua para el sur de Gaza, adonde se desplazan estos días cientos de miles de civiles por miedo a una invasión que se da por inminente.

Las hostilidades causaron hasta la fecha más de 1.400 muertos y casi 5.500 heridos en Israel, y casi 5.800 muertos y unos 16.200 heridos en la Franja de Gaza, según los últimos datos disponibles, así como más de 220 rehenes retenidos en el enclave, según el ejército israelí.

(Sputnik)