Las acciones de Estados Unidos en el territorio de Irak representan una agresión abierta, declaró el portavoz del gobierno iraquí, Basem Auadi.  

«El Gobierno de Estados Unidos cometió un nuevo acto de agresión contra Irak, violó su soberanía al bombardear nuestras fuerzas de seguridad en las regiones de Akashat y Al Kaim, así como los centros de población civil vecinos», dijo Auadi. 

El vocero agregó que la presencia de las fuerzas de la coalición internacional en Irak, al contradecir su misión y mandato, «se convirtió en una amenaza para la seguridad y la estabilidad del país». 

Asimismo, Awadi recalcó que Washington falsificó los hechos, al asegurar que tuvo lugar una coordinación previa de los bombardeos con las autoridades iraquíes. 

«Se trata de declaraciones falsas destinadas a confundir a la opinión pública internacional», señaló. 

El portavoz confirmó que los bombardeos de EEUU cobraron la vida de 16 personas, incluidas civiles, y dejaron heridas a otras 25. 

A su vez, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, declaró que los ataques contra el territorio de Irak y Siria involucran cada vez más a Estados Unidos en el conflicto en Oriente Medio y atentan contra la paz y la seguridad a nivel regional e internacional. 

«Los ataques militares de EEUU contra Irak, Siria y Yemen solo garantizan el logro de las metas del régimen israelí (…) Este tipo de ataques involucran aún más al gobierno estadounidense en [el conflicto en] la región, y dejan en la sombra los crímenes del régimen israelí en la Franja de Gaza», cita a Kanaani el canal oficial de Telegram de la Cancillería iraní. 

Asimismo, el vocero señaló que «la continuación de esos actos representa una amenaza para la paz y la seguridad a nivel regional e internacional». 

En la noche del 2 de febrero, EEUU bombardeó más de 85 objetivos pertenecientes a las fuerzas de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica y fuerzas asociadas en Irak y Siria, como represalia por un ataque a su base militar en Jordania. 

Según el Ejército de Estados Unidos, entre los objetivos alcanzados por aviones de ese país se encuentran puestos de mando, centros de inteligencia, instalaciones de almacenamiento de misiles y drones, así como instalaciones que garantizan las cadenas de suministro de municiones para los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica y fuerzas aliadas. 

Tres soldados estadounidenses murieron el 28 de enero y más de 40 resultaron heridos en un ataque con un dron en la base militar que tiene el Ejército del país norteamericano en la región noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria. 

El presidente de EEUU, Joe Biden, responsabilizó de lo ocurrido a grupos armados respaldados por Irán, aunque sin entrar en detalles al respecto, y aseguró que su Gobierno está reuniendo evidencias sobre el ataque. 

El Gobierno de Irán, por su parte, negó cualquier vínculo con el hecho. 

(Sputnik)