Los ministros de Comunicación e Información de Venezuela, Freddy Ñáñez, y de Relaciones Exteriores, Yvan Gil, manifestaron este sábado que el dirigente de ultraderecha y prófugo de la justicia, Julio Borges, continúa su campaña de odio contra ese país y ha pedido más agresiones e injerencia contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.

A través de sus redes sociales, Ñáñez lo catalogó junto a otros representantes de la oposición violenta como «causantes del bloqueo y la agresión económica en contra de todos los venezolanos», y expresó su certeza «de que la justicia más temprano que tarde les llegará».

Por su parte, Gil aseveró que «el historial de la oposición está plagado de crímenes y fracaso constante, por eso acuden a los medios y a sus amos del Norte, porque no tienen moral para encarar al pueblo, ni mucho menos su apoyo. La única vía que conocen es la imposición y la ilegalidad».

De esa manera rechazaron declaraciones hechas este viernes por Borges, en las que llamó a la comunidad internacional a presionar al Gobierno del presidente Nicolás Maduro y exigir supuestas condiciones electorales justas y transparentes, a través de actos injerencistas que obstaculizarían el proceso electoral.

En lugar de responsabilizar del fenómeno migratorio a las medidas coercitivas unilaterales de EE.UU. que él y otros líderes de la derecha violenta pidieron a Washington, Borges expresó que dicha situación no se resolverá con lo que llamó «la estabilización de la dictadura».

«Lo que toca y ojalá que se pueda es articular un frente fuerte que ponga presión sobre condiciones electorales en Venezuela, sobre la habilitación de María Corina, sobre la observación internacional», dijo.

En intento por atizar el miedo al comunismo, señalar al Estado como presuntamente corrupto y no mencionar por su nombre al país más injerencista del mundo, «alertó» sobre supuestas injerencias en Venezuela de países como Irán, Cuba, Rusia y China.

A juicio suyo, estas naciones soberanas y opuestas al hegemonismo de Washington tienen intereses contrarios a los de la región -dicho en otras palabras, a los intereses de EE.UU. en la región- y aprovechan la «debilidad institucional» para «operar a su antojo».

Además, acusó al presidente Nicolás Maduro de «chantajear» a ese país «con la migración, las alianzas internacionales y el petróleo», narrativa generada desde la derecha para no reconocer la victoria del pueblo venezolano sobre las sanciones y la agresividad imperialista.

Recordemos que Borges está acusado por el Ministerio Público de Venezuela, a partir de pruebas contundentes, por los delitos de traición a la Patria, conspiración y asociación, entre otros. En su contra se han solicitado varias órdenes de aprehensión, por ejemplo, por su participación en el intento de golpe de Estado del 30 de abril de 2019, en el robo del oro de Venezuela depositado en Inglaterra, y por la planificación y el financiamiento del intento de magnicidio contra el presidente Maduro, perpetrado el 4 de agosto de 2018.

Recientemente, el Ministerio Público venezolano lo halló responsable de participar en una conspiración contra el referendo consultivo del 3 de diciembre de 2023, realizado para complementar y fortalecer la defensa jurídica por la soberanía de Venezuela en el Esequibo.

(teleSUR)


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