El rapero estadounidense Mac Miller fue hallado muerto este viernes en su casa en el valle de San Fernando, California (EE.UU.), según confirmó la oficina del forense de Los Ángeles.

 

El músico, de 26 años, tenía previsto iniciar una gira el 27 de octubre para promocionar su nuevo disco, Swimming.

 

Medios estadounidenses reportaron al conocerse el hecho que falleció de una «supuesta sobredosis».

 

La oficina del forense, sin embargo, aclaró posteriormente que no se ha determinado la causa de su muerte y que realizan una autopsia.

 

«Al mediodía del 7 de septiembre, Malcolm McCormick (su nombre oficial) fue hallado inconsciente en su casa de Studio City…las autoridades llegaron y Miller fue declarado fallecido en el lugar a las 11:51 (18:51 GMT)».

 

«Solo quiero ir de gira», escribió el jueves en uno de los últimos mensajes publicados en su cuenta de Twitter.

 

Miller saltó a la fama en 2011 después de que su álbum debut, Blue Slide Park, alcanzó los primeros lugares de popularidad.

 

El rapero había tenido problemas recientes por abuso de estupefacientes, un tema del que hablaba en público.

 

El mes pasado, un tribunal le impuso cargos luego de que en mayo fuese arrestado por conducir y chocar tras consumir este tipo de sustancias.

 

El músico mantuvo durante casi dos años una relación sentimental con la cantante Ariana Grande, la cual terminó a comienzos de este año.

 

Grande habló públicamente sobre el fin de su «relación tóxica» después de que los fanáticos la culparon por su arresto.

 

«No soy niñera ni madre, y ninguna mujer debería sentir que debe serlo», dijo en un mensaje escrito en las redes sociales.

 

Grande dijo que había «tratado de apoyarlo en su sobriedad» durante años.

 

La pareja colaboró en varias canciones y actuaron juntos en el concierto de «One Love Manchester» en 2017.

 

Artistas como Khalid y Shawn Mendes rindieron homenaje a Miller al conocerse los reportes de su muerte

 

El salto a la fama

 

Nacido en Pittsburgh, Pennsylvania, Miller comenzó a concentrarse en su música mientras aún estaba en la escuela, y lanzó su primer material con el nombre de EZ Mac cuando tenía 15 años.

 

Eso lo llevó ser reconocido en la industria musical y a protagonizar una serie en la cadena MTV en 2013, Mac Miller and the Most Dope Family, sobre su nueva vida en Los Ángeles, California.

 

Lanzó una serie de álbumes y varios extended play (EP) a lo largo de la última década, colaborando con artistas de alto perfil como Kendrick Lamar y Pharrell Williams.

 

Al álbum Blue Slide Park le siguieron Watching Movies With The Sound Off (2013), Live From Space (2013), GO:OD AM (2015), The Divine Feminine (2016) y Swimming (2018).

 

«Mac Miller podía hacerlo todo»: Mark Savage, periodista de música de la BBC

 

Muchos raperos no hacen beats. Muchos que hacen beats no pueden rapear. Mac Miller podría hacerlo todo, añadiéndole un inusual estilo íntimo a sus mejores canciones.

 

Comenzó con clases de piano a la edad de seis años, luego siguió con la batería, el bajo y los teclados. A la edad de 15 años lanzó su primer mixtape, «But My Mackin ‘Is not Easy», pero fue por su cuarto lanzamiento, «2010’s KIDS» el que le consiguió un contrato.

 

Con el paso de los años hizo grabaciones cada vez más maduras e introspectivas que hablaban de sus demonios personales.

 

he Divine Feminine fue un álbum conceptual, un tanto ingenuo pero emotivo (y a veces demasiado gráfico) sobre lo que él llamó «la energía femenina del planeta», algo que muchos consideraron un tributo a su pareja Ariana Grande.

 

En música, y en sus entrevistas, fue abierto acerca de sus adicciones, lo que eventualmente llevó a Grande a terminar su noviazgo, describiéndolo como una «relación tóxica».

 

Pero Miller se negó a explotar su ruptura en su último álbum, Swimming. «Todo el mundo quiere un encabezado noticioso / No tengo nada que decir», dice en «Programs», lanzado en mayo, solo semanas después de que se confirmara su ruptura.

 

El álbum documentó sus continuas luchas con el abuso de sustancias.

 

«Tengo la cabeza bajo el agua, pero no estoy en la ducha, y no me estoy bautizando», confesó en «Jet Fuel».

 

La voz titubeante y la producción fracturada y tenue dejaron en claro que sufría, pero siempre había una sensación de optimismo, una promesa de que esos demonios podían ser vencidos.

 

Trágicamente, parece que perdió la batalla.

 

 

(BBC)