El petro, la criptomoneda venezolana respaldada con reservas de crudo, comenzó a funcionar efectivamente este 1 de octubre. Según el profesor universitario José Manuel Rodríguez, esta unidad de intercambio es una opción que «se sale del ámbito de las sanciones; de la dominación y subyugación del Gobierno de EEUU con el resto de la humanidad.

 

El petro llega así tras una serie de «avances y retrocesos», especialmente por una orden ejecutiva emitida por el presidente Donald Trump, que prohíbe a las empresas y personas estadounidenses utilizar dicha criptomoneda, dijo a Sputnik Rodríguez, investigador del Observatorio Venezolano de la Realidad Económica (OVRE).

 

Aunque esta medida le «ha bloqueado uno de los principales mercados de las criptomonedas mundiales», el petro sigue siendo una poderosa herramienta para las transacciones de la economía venezolana, ya sea dentro o fuera de fronteras, consideró el académico.

 

«Se sale del ámbito de las sanciones, de dominación y subyugación del Gobierno estadounidense con el resto de la humanidad. El petro nos está sirviendo para hacer operaciones con otras víctimas del secuestro de las operaciones internacionales a través del petrodólar, sancionados porque no se doblegan a los intereses estadounidenses», dijo el experto.

 

El analista dijo a Sputnik que los grandes actores del sistema financiero anglosajón, con base en EEUU e Inglaterra, aprovechan la dependencia de otros países del sistema SWIFT, así como la primacía del dólar en el comercio exterior, para ejercer presión sobre aquellos que no siguen su intereses.

 

Para ilustrar esta situación puso como ejemplo un animal de carga que tiene que llevar algo, pero al que «le ponen arriba un peso muy grande para no dejarlo que corra». En el caso de Venezuela y otros países, ese peso son las sanciones. Una porción importante de la población mundial, según el experto, está afectado por este «yugo».

 

Por ejemplo, recientemente Euroclear, un operador financiero europeo, confiscó un fondo venezolano de 1.500 millones de dólares en base a «las apetencias extraterritoriales de EEUU». El dinero, destinado a pagar medicinas y productos de primera necesidad para la población, quedó bloqueado.

 

En ese sentido, el economista señaló las posibilidades que brinda el petro en el intercambio con otras economías que han sido objeto de medidas similares, como Rusia o Irán. O incluso China, país que «está redefiniendo su política con las criptomonedas», en plena disputa comercial con EEUU.

 

«En otros países de Asia hay mucho interés en el desarrollo de las criptomonedas, en nuestras materias primas y en hacer negocios con Venezuela. Esa es la usabilidad del petro a nivel externo», dijo Rodríguez.

 

Desplazar al dólar es una tarea que han emprendido otras economías, recordó el profesor. China y Rusia «están montando un sistema de compensación de pago electrónico entre ellos e inclusive están transando grandes operaciones en yuanes y en rublos».

 

Por otra parte, el petro también será una herramienta para poner freno al contrabando de gasolina y diésel en la frontera con Colombia y con Brasil. Muchos recursos estratégicos del país, dijo Rodríguez, terminan en manos de «la mafia» de esas zonas.

 

La tecnología ‘blockchain’ brinda transparencia y seguridad en las transacciones, por lo cual el Gobierno tiene una manera «transparente» de seguir la venta del combustible de los usuarios que estén registrados. En la actualidad, el precio del combustible es irrisorio,  una situación de la que se aprovechan grupos de los países vecinos.

 

Para los venezolanos, en un panorama de presiones inflacionarias, el petro «puede servir de resguardo de valor» y de ahorro, pues está ligado con el precio del petróleo y «seguramente va a tener un repunte» en el futuro cercano. Los ciudadanos disponen de monederos digitales para acumular sus petros.

 

(Sputnik News)