El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, rehusó comentar los informes de que el tercer banco más grande de Rusia, Gazprombank, habría congelado las cuentas de la petrolera estatal venezolana PDVSA.

 

La agencia Reuters reportó la víspera, citando fuentes de Gazprombank, que el ente congeló las cuentas de PDVSA para «reducir el riesgo de que la entidad financiera caiga bajo las sanciones estadounidenses».

 

No obstante, la empresa venezolana lo desmintió al afirmar que «nuevamente es atacada por personeros afectos a la derecha apátrida y por medios estadounidenses».

 

Gazprombank aún no ha emitido ningún comentario oficial sobre el particular.

 

«Hemos visto estos informes, pero no estamos al corriente», dijo el representante del Kremlin a los periodistas que le preguntaron al respecto.

 

Hace una semana, Reuters informó que PDVSA instruyó a los presidentes de sus empresas mixtas que en adelante recibirán el dinero por la exportación de petróleo en una nueva cuenta abierta en el banco ruso Gazprombank para eludir las sanciones de Estados Unidos.

 

Por su parte, Gazprombank negó haber abierto nuevas cuentas para la petrolera estatal de Venezuela.

 

También la petrolera estatal venezolana PDVSA desmintió la información de que el banco ruso Gazprombank bloqueó las cuentas de la empresa.

 

Asimismo Dmitri Peskov llamó a evitar un enfoque erróneo de la situación en Venezuela, basado en el punto de vista de los países occidentales.
 

«Ahora ellos afirman que [el presidente de Venezuela, Nicolás] Maduro es muy mala persona, y debemos sustituirlo, ¿pero qué sucederá si mañana dicen que no quieren [al presidente turco, Tayyip] Erdogan o a [el presidente ruso, Vladímir] Putin?», cuestionó el portavoz del Kremlin.

 

Peskov destacó que resulta importante no equivocarse, pues nadie sabe «qué pasaría en ese caso» ni «quién tiene derecho a tomar decisiones al respecto».

 

«Son los países occidentales los que cometen constantemente errores, y nosotros no debemos caer en esos mismos fallos», subrayó.

 

Venezuela atraviesa una crisis económica y política que se agravó el 23 de enero, después de que Guaidó se autoproclamara «presidente encargado» del país.

 

El jefe del Estado venezolano, Nicolás Maduro, quien asumió el segundo mandato el 10 de enero, calificó la declaración de Guaidó como un intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.

 

Guaidó fue reconocido por EEUU, la mayoría de los países integrantes del Grupo de Lima y buena parte de los Estados miembros de la UE, con algunas excepciones como Italia.

 

Rusia, así como Bolivia, China, Cuba, Irán, Turquía y otros países, reafirmaron su respaldo al actual Gobierno venezolano.

 

El 28 de enero, el Departamento del Tesoro de EEUU impuso sanciones a PDVSA que implican el congelamiento de 7.000 millones de dólares y el bloqueo de todos los pagos que hagan empresas estadounidenses que compren petróleo venezolano.

 

(sputniknews)