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La sal es uno de los condimentos presentes en la mayoría de las cocinas de todo el mundo, pues se caracteriza por darle un sabor muy especial a todas las comidas. Sin embargo, las investigaciones que se han hecho a lo largo de los años han podido determinar que este producto tiene serios impactos negativos en la salud y lo más preocupante de todo es que la mayoría de las persona lo consume en exceso.

 

Es cierto que nuestro cuerpo necesita de un poco de sal o de sodio para funcionar adecuadamente, pero esto no quiere decir que la podamos consumir en exceso. De hecho, algunos expertos coinciden en que es mejor suprimir la sal de la dieta y optar por adquirir esas dosis de sodio consumiendo otros alimentos.

 

El consumo excesivo de sal puede derivar con el tiempo en serios problemas de salud como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otros problemas. Además, se ha encontrado que es uno de los principales causantes de la retención de líquidos e hinchazón. Por suerte, podemos modificar el mal hábito de comer sal en exceso y liberar nuestro organismo de esa sal acumulada.

 

Consumir más agua: los expertos recomiendan beber de 6 a 8 vasos de agua al día, pues aunque parezca tener un sentido inverso, el consumo de agua estimula la eliminación del exceso de líquido retenido en el cuerpo y a su vez arrastra el exceso de sodio para ser eliminado a través de la orina.  Este buen hábito nos ayuda a limpiar nuestro organismo, nos mantiene bien hidratados y reduce la hinchazón en el cuerpo.

 

Eliminar la sal de la dieta: aunque para muchos la sal es un ingrediente que no puede faltar en las comidas, lo ideal es empezar a buscar otras alternativas para realzar el sabor de los alimentos. Se pueden consumir dosis mínimas de sal, preferiblemente agregada a las comidas caseras. Debes tener en cuenta que la sal en exceso está presente en carnes embutidas, alimentos enlatados, sopas enlatadas, comida congelada, comida chatarra, entre otros.  En lugar de este tipo de alimentos, debes empezar a considerar añadir más frutas y verduras a la dieta, ya que ayudan a eliminar los excesos sodio una vez digeridos.

 

Sustituir la sal: eliminar la sal de la dieta puede ser posible si nos empezamos a acostumbrar a sustituir este condimento por opciones más saludables como por ejemplo el ajo, la pimienta negra fresca, el curry, el perejil, el orégano y  el romero.

 

Realizar actividad física: se recomienda hacer ejercicio aeróbico diariamente o cualquier otro tipo de actividad que active la sudoración. Cuando caminamos, bailamos, trotamos, hacemos bicicleta e incluso cuando vamos al sauna, estamos liberando nuestro cuerpo de impurezas y exceso de sal gracias a la transpiración. Sólo recuerda llevar contigo una botella de agua a cada sesión de ejercicios.

 

(Agencias)